Andújar encendió las alarmas por una posible grave lesión

Mariano Andújar encendió todas las alarmas cuando se retiró del estadio Tomás Adolfo Ducó, de Huracán, tras la derrota 3-1 sufrida por Estudiantes, con la sospecha de haber sufrido una grave lesión, que será confirmada, o no, tras los estudios médicos previstos. Lo ratificó el propio médico encargado de a atención del plantel albirrojo.

El primer diagnóstico que trascendió desde el vestuario de Estudiantes, dio cuenta de una posible fractura en el peroné de la pierna derecha, que de confirmarse, obviamente que dejará al arquero al margen de las últimas dos fechas de la Liga Profesional, que para el conjunto estudiantil será como visitante de Vélez y local de Godoy Cruz.

El arquero y capitán del equipo que en la actualidad está a cargo, en forma interina, de Pablo Quatrocchi habría sufrido la lesión durante el primer tiempo, más precisamente en un choque con Nicolás Cordero, el atacante de Huracán.

De haber sido esa la jugada que desencadenó la lesión, Andújar jugó todo el segundo tiempo en inferioridad de condiciones.

El traumatismo de peroné que podría desembocar en una fractura le causó un fuerte dolor al experimentado golero, quien fue el último en abandonar el vestuario visitante de la cancha de Huracán, por sus propios medios, con hielo en la zona afectada y acompañado por el médico.

La presencia de Andújar, el lunes en Liniers, contra Vélez, quedó prácticamente descartada, razón por la cual el arco estudiantil sería ocupado por Juan Zozaya, suplente tras el desplazamiento de Jerónimo Pourtau luego de la goleada ante River.

A esta altura de la noche, ya había salido todo el plantel de Estudiantes, incluso varios que acompañaron al equipo, como Fernando Zuqui, quien podría reaparecer el lunes en el José Amalfitani, de Liniers y José Sosa, que no podría ser tenido en cuenta para el viaje a Liniers.

En este contexto, ni Pablo Quatrocchi, técnico a cargo tras la salida de Ricardo Zielinski y hasta que la dirigencia designe a quien ocupará el cargo para la temporada que viene, ni los jugadores, quienes en casos anteriores se manifestaron a través de sus referentes, aceptaron tener algún tipo de contacto con la prensa para analizar la derrota sufrida contra Huracán.

Quatrocchi, desde que se puso al frente del conjunto albirrojo, eligió hablar lo menos posible, y se sospechaba que en Parque de los Patricios mantendría ese comportamiento, pero cuando Mauro Boselli avanzó en la “zona mixta” diciendo “no vamos a hablar”, quedó certificado que sería una noche sin palabras.