Presupuesto 2023: podan jubilaciones y gasto social
Edición Impresa | 16 de Octubre de 2022 | 02:56

El proyecto de Ley de Presupuesto 2023 contempla fuertes recortes en gastos sociales para cumplir con la meta de déficit acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), según el análisis que realizó la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
El gasto público se reducirá en el equivalente a 1% del PBI por recortes en subsidios y prestaciones sociales. La mitad del recorte previsto se explica por subas en jubilaciones, asignaciones familiares y planes sociales inferiores a la inflación. El resto, por la segmentación de tarifas.
Los recortes más importantes, en términos reales, se darían en los montos de las Asignaciones Familiares, la tarjeta Alimentar y las becas de estudio Progresar, de acuerdo con los datos oficiales.
La OPC estimó que las prestaciones sociales sufrirán un recorte real de 2,8 puntos porcentuales en 2023, mientras que los subsidios económicos caerían 15,9 puntos reales en el año electoral.
El Presupuesto 2023 supone una fuerte caída en los subsidios a la energía, el transporte y otros.
De allí saldrá prácticamente todo el ajuste que contempla el Gobierno para el año próximo. Según OPC, el proyecto de Presupuesto supone una caída de los gastos totales de 1% del PBI. Por otro lado, los intereses de deuda aumentan 0,2 puntos del Producto, hasta el 1,8% del PBI, según El Cronista.
LOS RECORTES
El gasto en programas sociales se reduciría en 4,5% real. En este caso, los refuerzos extraordinarios de 2022 sumaron $ 132.117 millones (sin contar, aún, el bono atado al “dólar soja”). Por un lado, se prevé una suba del 4,9% real en el plan Potenciar Trabajo que cobran 1,3 millones de personas, atado al Salario Mínimo Vital y Móvil. Por otro, se estipularon fuertes ajustes en la tarjeta Alimentar (-24,5% real) y en las becas Progresar (-23,6% anual). En ambos casos no se prevén cambios en la cantidad de beneficiarios. El Ministerio de Economía presupuestó gastos en prestaciones sociales por $14,8 billones, que implican una reducción del 2,8% real y del 0,5% en términos de PBI. Al desagregar la cifra, los principales recortes serán en asignaciones familiares (15,2% real) y en programas sociales (4,5%). Las partidas para Seguridad Social, donde se encuentran las jubilaciones y pensiones, caen 0,5%.
La caída en Jubilaciones y Pensiones se explica principalmente por la “elevada base de comparación” que deja 2022. El pago de bonos extraordinarios para mantener el poder adquisitivo de los adultos mayores con menores ingresos supuso un gasto adicional de $ 207.476 millones. “El valor medio de las prestaciones tendría una suba moderada del 0,3% anual” por la variación esperada en salarios y recaudación, que componen la fórmula para determinar los ajustes de haberes.
Para asegurar esa “suba moderada” en las jubilaciones que paga la Anses, el recorte en Prestaciones Sociales para cumplir con la meta de gasto supone una fuerte reducción en otras cajas jubilatorias, sobre todo las del personal de fuerzas de seguridad (-11,5 por ciento real) y militar (-15,7 por ciento). Los fondos para las cajas provinciales se reducirán en 2,2 puntos porcentuales, descontada la inflación.
Los fondos para la Asignación Universal por Hijo (AUH) caen 2,6 por ciento real. Las Asignaciones Familiares que cobran los trabajadores formales activos perderían 23,5% real. En total, la baja es del 15%.
Al igual que con las jubilaciones, el Presupuesto 2023 no contempla los pagos extraordinarios ($ 160.213 millones) que el Ejecutivo otorgó durante este año para hacer frente a la inflación. Si solo se contemplan los montos correspondientes a la ley de movilidad, la suba es de 0,5 por ciento real.
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