“No quiero estar mañana en los avisos fúnebres”
Edición Impresa | 22 de Octubre de 2022 | 04:07

Una mujer vive un verdadero calvario a causa de su ex pareja y padre de su hija, a quien denunció en reiteradas oportunidades por violencia de género.
Además del temor de que en cualquier momento el denunciado se acerque hacia donde está y acabe con su vida, también debe afrontar la sustracción de sus bienes personales, los cuales él no les quiere devolver.
“No quiero estar mañana en los avisos fúnebres”, fue el pedido de auxilio desesperado que hizo ante EL DIA al no saber a quien más recurrir. Es que la mujer de 46 años de edad ya radicó nueve denuncias contra su ex pareja y aún así continúa en peligro.
Pero el miedo no viene solo por lo que pueda hacerle a ella, ya que el hombre también amenazó a la hija que tienen en común. Esto sucedió en la puerta de la Defensoría General, donde se encontraron antes de entrar a una audiencia. Allí el denunciado miró a su hija y pasó el dedo por su cuello simulando un corte.
Por esto, tras determinar que la denunciante fue víctima de violencia física, verbal, psicológica y emocional, la Justicia le impuso una restricción perimetral al denunciado que le prohíbe estar a menos de 100 metros de ella.
“Dormimos en el piso”
Una relación violenta no es fácil de terminar. Por más que la víctima tenga en claro los tratos a los que se puede someter por estar cerca de su agresor, en ocasiones terminan creyendo en su palabra.
Eso fue lo que le sucedió a esta mujer, quien reconoció que creyó “que las cosas podían cambiar”, motivo por el que intentó volver con su agresor. Se instaló en la casa de él con todas sus pertenencias y al término de pocos días se dio cuenta de que corría peligro nuevamente, por lo que decidió terminar con la relación.
El problema fue que al irse no pudo llevarse sus cosas y él no se las quiere devolver. Según detalló en la denuncia a la que tuvo acceso este diario, los elementos que reclama son una cama matrimonial, el sommier de la niña, un Smart TV de 32 pulgadas, un mueble y un juego de mesa con cuatro sillas de pino.
“No nos firman el reintegro de los muebles y dormimos sobre el piso con mi nena”, manifestó la damnificada, quien ya agotó todas las posibilidades que tenía a su alcance.
Huyó de su lado, recurrió a las autoridades, radicó nueve denuncias ante la Justicia y ahora como último recurso apeló a la ayuda de los medios de comunicación.
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