Tiros, varios detenidos y tensión en el desalojo mapuche en Bariloche

Los arrestos involucraron a siete mujeres y sus hijos. El ministro de Seguridad aseguró que “no hubo represión, ni un rasguño”

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Bariloche amaneció ayer entre gendarmes a bordo de vehículos de guerra y más de 250 efectivos federales que, por orden del Gobierno Nacional, finalmente concretaron el desalojo de lotes ilegalmente ocupados por grupos mapuches en Villa Mascardi. Habían aterrizado el día anterior en un avión Hércules y otro Fokker para darle fin a una toma que llevaba cinco años y avanzar en un operativo que terminó con una docena de detenidos: desde temprano se escucharon tiros y detonaciones, según vecinos del lugar, aunque el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández (al frente de la acción avalada por la jueza federal Silvina Domínguez), aclaró que “no ha habido ninguna clase de represión, ni siquiera un rasguño” y que el desalojo de la usurpación acató una “orden judicial y sin armas letales”.

El operativo encabezado por el Comando Unificado de Seguridad Zona Villa Mascardi, creado por el Gobierno para la “gestión y coordinación interfuerzas de actividades preventivas del delito” en la localidad rionegrina, arrancó pasadas las 6, con el despliegue de los uniformados sobre la ruta nacional 40, que amaneció totalmente cortada. Ya para las 7.30, las fuerzas federales ejecutaban el desalojo en el predio del exhotel Mascardi, perteneciente a Parques Nacionales y ocupado desde 2017 por la comunidad Lafken Winkul Mapu.

Los efectivos se abrieron paso con bombas de estruendo, gases lacrimógenos y bastones de goma. Del otro lado los mapuches opusieron resistencia con piedras y troncos con fuego, según información oficial.

Entre los detenidos había siete mujeres y sus hijos menores de edad. Entre ellas, la “machi” (o líder espiritual) de la comunidad, Betiana Colhuan, y una embarazada.

“Las siete mujeres detenidas se encuentran en perfecto estado de salud, en dependencias de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, incluyendo a la señora que cursa un embarazo avanzado”, aclaró el ministro de Seguridad en Twitter y completó que “los cinco niños se encuentran en la misma dependencia, interviniendo Minoridad de la provincia de Río Negro”.

Como se dijo, la tensión en Villa Mascardi va en aumento desde hace cinco años y pesan sobre la zona múltiples causas abiertas con lotes pendientes de desalojo y denuncias como la de Luis Date, dueño de un terreno tomado que ayer advirtió sobre “estos hechos delictivos que suceden hace tiempo con una metodología de acción que es: ‘avanzo, destruyo, incendio, usurpo y declaro zona recuperada de territorio mapuche’”.

El cuadro se completa con irregularidades como la participación en las tomas de “personas con domicilio en la provincia de Buenos Aires y Chubut”, según denunció la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras.

En este marco, Aníbal Fernández reconoció la necesidad de “regularizar esa situación porque no es la correcta”.

Más aún cuando ayer, tras el operativo, María Nahuel, representante mapuche del Lof Lafken Winkul Mapu, envió una dura advertencia a las autoridades: “Por más que nos saquen vamos a volver”, dijo, a la par que la familia de Facundo Jones Huala (cuya presencia en el área se rumoreó ayer) llamó a manifestarse contra el desalojo con distintos cortes de ruta.

Por eso desde la Mesa Consenso Bariloche, que integran vecinos de Villa Mascardi, reclamaron al Gobierno que “no liberen la zona” porque eso “va a ser peor” y reforzaron: “Más que nunca las fuerzas federales y provinciales tienen que estar acá, más que nunca y más que antes”. Mientras, desde la cartera que conduce Fernández buscaron llevar tranquilidad: “Los efectivos movilizados permanecerán en la zona”, confirmaron.

 

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