VIDEO. A 30 años de la masacre, recordaron a las víctimas del odontólogo Barreda

La ministra Díaz recordó a Gladys Mac Donald, Elena Arreche y a Cecilia y Adriana Barreda, asesinadas el 15 de noviembre de 1992

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El Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, homenajeó ayer a las cuatro víctimas de la masacre perpetrada por el odontólogo Ricardo Barreda, al cumplirse 30 años del cruento episodio que conmocionó al país.

El acto se llevó a cabo en la casa en la que residía la familia, en 48, entre 11 y 12, en donde el difunto profesional de la salud ejecutó la aberrante matanza de sus dos hijas, su esposa y su suegra.

Hoy en día, la propiedad se encuentra en un proceso de traspaso a la esfera municipal con el objetivo de que funcione como un centro de atención a las víctimas de violencia de género.

La ministra Estela Díaz, quien encabezó el homenaje a las víctimas, recordó a Gladys Mac Donald (57), quien era esposa de Barreda; a Elena Arreche (86), suegra del odontólogo, y a Cecilia (26) y Adriana Barreda (24), hijas del femicida, quienes el 15 de noviembre de 1992 fueron asesinadas a escopetazos.

Si bien el odontólogo primero negó su autoría en el cuádruple femicidio y hasta intentó hacer pasar el hecho como la consecuencia de un asalto, finalmente terminó confesando.

Al respecto aseveró que las atacó a raíz de “los maltratos que recibía de parte de todas ellas” y en 1995 fue condenado a prisión perpetua.

En mayo de 2008, Barreda abandonó la Unidad Penal 9 de La Plata luego de ser beneficiado con un arresto domiciliario y se fue vivir con su nueva pareja, Berta “Pochi” André, quien falleció en julio de 2015 como consecuencia del deterioro de su salud provocado en gran medida por los problemas neurológicos que padecía.

En diciembre de ese mismo año, el dentista recibió la libertad condicional, mientras que en mayo de 2016 se declaró “extinguida la pena” y se hicieron “cesar las accesorias legales impuestas”. A partir de esta resolución, Barreda quedó en plena libertad y ya no tuvo que ser controlado por la Justicia.

Pero poco después se presentó solo en un centro de salud de la localidad de General Pacheco -con una identidad falsa y visiblemente desmejorado- donde permaneció internado durante 457 días debido a un desmejorado cuadro de salud mental, según dijeron en ese entonces los especialistas médicos que lo asistieron.

Durante su internación, tuvo problemas con algunas enfermeras, que denunciaron que las sometía a maltratos.

En julio de 2017 salió del centro asistencial y fue enviado a una pensión de General Pacheco, tras lo cual se mudó a San Martín, donde estuvo alojado varios meses en el Hospital Eva Perón.

Finalmente, el 10 de marzo de 2020 quedó internado en el geriátrico “Del Rosario”, de José C. Paz, hasta que el 25 de mayo murió a los 84 años.

 

Barreda

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