Hartos del encierro: la política anticovid china no va más

Están aumentando las protestas a medida que las autoridades promulgan nuevos bloqueos y cuarentenas, sin un final a la vista. Un desafío para el liderazgo de Xi Jinping

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China ordenó el confinamiento de seis millones de personas en la ciudad de Zhengzhou, sede de la mayor fábrica de teléfonos iPhone del mundo, donde estallaron violentas protestas por las condiciones salariales y de aislamiento de la plantilla de personal.

La restrictiva estrategia “cero Covid” del gigante asiático se ve acorralada por los múltiples brotes surgidos en el país, que registró ayer su cifra más alta de contagios diarios de la pandemia.

El malestar por la continua imposición de medidas desembocó en manifestaciones como las de cientos de trabajadores de esa fábrica en Zhengzhou, que se enfrentaron el miércoles con policías antidisturbios y agentes con trajes de protección y machetes.

En la ciudad sureña de Guangzhou, manifestantes hartos del confinamiento salieron de los edificios cerrados para enfrentarse a los trabajadores de la salud y saquear las provisiones de alimentos.

Y en sintonía, muchos chinos se enfurecieron con las autoridades después de la muerte de una beba de 4 meses, cuyo padre dijo que el acceso al tratamiento médico se retrasó debido a las restricciones de Covid.

 

Cada vez es más fuerte el rechazo de la población a las duras restricciones por el Covid-19

 

A medida que las duras reglas de la pandemia se extienden hasta su tercer año en China, hay crecientes signos de descontento en todo el país. Para el líder chino, Xi Jinping, los disturbios son una prueba de su tercer mandato en el poder que rompe precedentes y subraya la cuestión política urgente de cómo puede sacar a China de la era del Covid.

Las inusuales muestras de desafío en las últimas dos semanas son signos muy visibles de frustración y desesperación con los bloqueos, las cuarentenas y las pruebas masivas que han trastornado la vida cotidiana. La bronca, combinada con los brotes de Covid en todo el país que han llevado los casos a un máximo histórico, anticipan un oscuro invierno boreal.

En medio de este malestar, las autoridades municipales ordenaron un test masivo de la población y el confinamiento de varios distritos de esta urbe del centro de China a partir de hoy viernes.

Los residentes del centro de la ciudad no pueden abandonar la zona si no disponen de un test de Covid negativo y no obtienen permiso de las autoridades. Además, no pueden salir de sus casas “salvo necesidad”.

Las restricciones afectarán más de seis millones de personas, casi la mitad de la población de Zhengzhou.

Muchos están atentos para ver si el caos reciente en la planta de IPhone se extiende a otros lugares. Incluso antes del motín que estalló en la planta esta semana, Apple había advertido que un confinamiento mal organizado afectaría sus ventas. Los analistas han pronosticado tiempos de espera más prolongados para las compras navideñas del iPhone 14 Pro y 14 Pro Max.

Además del reclamo salarial al gigante tecnológico taiwanés Foxconn, que confinó a los empleados dentro del complejo que fabrica los IPhone en Zhengzhou, muchos trabajadores se quejaban de las “caóticas” condiciones de vida en el interior de la planta, por lo que el gigante estadounidense Apple ya tiene representantes en el lugar revisando la situación.

Las medidas tomadas en Zhengzhou forman parte de la estrategia “cero Covid” de China para erradicar el virus de su territorio a través de confinamientos, restricciones de viaje y testeos masivos.

Sin embargo, después de casi tres años de pandemia, los casos de Covid-19 en el país son más altos que nunca. La Oficina Nacional de Salud reportó ayer 31.444 nuevos contagios registrados en la jornada anterior.

Aunque la cifra es baja en una población de 1.400 millones de habitantes, especialmente comparada con los balances del resto del mundo en el pico de la pandemia, estos brotes provocan múltiples restricciones en el país. El carácter vago y cambiante de estas medidas y su afectación en la segunda economía mundial están mellando a la población.

Además de Zhengzhou, varias ciudades como Beijing, Shanghai, Cantón y Chongqing endurecieron sus restricciones ante el aumento de casos.

Las protestas en la mayor fábrica de IPhone en China podría extenderse a otros puntos del país / AP

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