La interna oficial despliega su impacto sobre el Gobierno entre resistencias y señales

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Por JOSE PICON

jpicon@eldia.com

Sergio Berni sigue en su cargo. Se trata de un certeza que sólo parece encontrar sustento en la decisión de Axel Kicillof de sostener a su funcionario. El ministro de Seguridad afronta, paradójicamente, más fuego amigo que opositor y asoma una fuerte presión política para que el Gobernador concrete su desplazamiento.

Kicillof no quiere dar el brazo a torcer porque ese desenlace sería una concesión a los intendentes del PJ bonaerense que hace largo tiempo quieren la cabeza del ministro al que apuntan por no darles injerencia en lo que tiene que ver con la lucha contra el delito en sus distritos. A esa embestida, acaso con menos exposición, se ha sumado La Cámpora tras la represión policial en la cancha de Gimnasia. Quizás esa sensación de derrota política pudiera quedar amortiguada con el perfil y el alineamiento de su eventual reemplazante. En ningún menú aparece, por ahora, el nombre de un dirigente vinculado a los alcaldes.

Cristina Kirchner es una pieza clave en esta historia. Fue la vicepresidenta quien impuso a Berni. Es quien, pese a la distancia que los separa desde hace tiempo, la que duda de que la solución frente a las demandas ciudadanas por la inseguridad (más allá de la arremetida de los intendentes) pase por correr al ministro. Al menos, trasciende, no estaría convencida de las alternativas que le habrían acercado. El nombre de Julio Alak, el actual ministro de Justicia provincial, apareció en el bolillero. Habría que anotar una cuestión importante: Alak fue, como Berni, uno de los nombres que la ex presidenta colocó en el gabinete original de Kicillof. Pero desde el entorno del ministro de Justicia negaron que Alak tenga intenciones de reemplazar a Berni.

En medio, surge el posible desembarco de Cecilia Rodríguez en un futuro equipo de Seguridad. Actual funcionaria de la AFIP, fue ministra de Seguridad de la propia Cristina Kirchner en tiempos en que Berni era su segundo. La relación entre ellos nunca fue la mejor.

 

“La cobertura de una vacante en el Tribunal de Casación genera tensiones entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio”

 

La novela que tiene como protagonista estelar a Berni ya escribió varios finales. Ninguno, hasta el momento, fue definitivo. Incluso en el propio gobierno provincial bromean con esta situación. “Sergio siempre se está yendo, viste como es”, razonan. Kicillof preferiría mantenerlo en el cargo, antes que evaluarlo por los resultados, por lo que representa en términos de su propia figura. El ministro y su hiperactividad funcionan como un pararrayos político que absorbe los costos de una cartera que él mismo acaba de definir como una “silla eléctrica”. Ese valor agregado, más allá de que se trata de una figura de difícil reemplazo, es el motivo central de Kicillof para resistir los embates.

Esa interna oficial no parece circunscripta a lo que ocurre en el ministerio de Seguridad. Por lo pronto, a la oposición le empieza a resultar llamativa la lentitud de los negociaciones del oficialismo para acelerar la sanción del Presupuesto 2023. A la cabeza del diálogo con Juntos por el Cambio están legisladores que responden a los intendentes; incluso, el propio Martín Insaurralde en su rol de Jefe de Gabinete. Ese el mismo sector que desde hace rato tiene en la mira la figura de Berni.

DESIGNACIONES

Otras cuestiones asoman por estas horas en la Legislatura que acaso supongan algún obstáculo en aquél debate. Kicillof acaba de enviar un paquete de pliegos de designaciones para la Justicia que está haciendo ruido en la oposición.

Hay uno en particular que tiene que ver con el estratégico tribunal de Casación con sede en La Plata. Una de las vacantes pretende que se cubra con el Defensor Oficial Manuel Bouchoux. En el camino quedó una de las ternadas, la Fiscal de Juicio Helena De la Cruz, hija del ex Procurador de la Corte.

El nombre de Bouchoux le hace ruido a Juntos por el Cambio, que estaría dispuesto a resistir ese nombramiento en el Senado. La objeción, dicen fuentes parlamentarias, pasa por su cercanía con La Cámpora. También, por su afinidad con Justicia Legítima, un colectivo afín al kirchnerismo.

Habría que seguir de cerca el desenlace de esa negociación que recién arranca. En las próximas horas la cuestión se debatirá en la Comisión de Asuntos Constitucionales controlada por el camporismo.

De allí podrían surgir novedades que acaso condicionen la sesión de la Cámara alta convocada para el martes. También, es una incógnita el impacto que podría tener la resolución de un tema bien sensible, como es el de la cobertura de vacantes en la Justicia, sobre la discusión abierta sobre el Presupuesto. Y, en particular, sobre la ley Impositiva que Kicillof necesita sí o sí antes de fin de año para poder liquidar las nuevas cargas tributarias con el comienzo de 2023.

Sergio Berni

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