VIDEO.- Argentinazo: gozó y sufrió en un partido de locos para la historia
Edición Impresa | 10 de Diciembre de 2022 | 06:16

Si algo le faltaba a Argentina en esta Copa del Mundo era la épica del gran partido que le permitió jugar los siete partidos de una Copa del Mundo. Estaba controlado, lo empató ese viejo zorro llamado Louis Van Gaal con goles desde el banco de suplentes y se lo quedó la Scaloneta en los penales, tras haberse repuesto del impacto de la igualdad al punto de forzar el juego y merecer definitivamente la victoria en el segundo tiempo suplementario. El martes Argentina buscará su sexta final del mundo ante Croacia, que dio el golpe al eliminar a Brasil.
La clasificación en una sufrida definición que tuvo a Emiliano “Dibu” Martínez como gran figura, tuvo puntos de contacto con idéntica situación de 2014 de la mano de Sergio “Chiquito” Romero ante el mismo rival en Brasil 2014, cuando el arquero se convirtió en héroe y Argentina cruzó el Rubicón.
El arquero le tapó los dos primeros envíos al capitán neerlandés Virgil Van Dijk y a Steven Berghuis, lo que encaminó un pase de ronda sentenciado por Lautaro Martínez en la quinta y última ejecución.
En los festejos de la clasificación, “Dibu” Martínez y Lionel Messi se cruzaron con el DT neerlandés Louis Van Gaal, que por segunda vez en su carrera soportó la frustración de una despedida por penales ante la “Albiceleste”.
Dibu y su primera atajada ante virgil van Dijk / AP
La victoria en el período reglamentario parecía asegurada con tantos de Nahuel Molina, a los 35 minutos del primer tiempo y Lionel Messi, de penal, a los 28 del complemento pero Países Bajos alcanzó un inesperado 2-2 con doblete del ingresado Wout Weghorst (quien convirtió a los 38 y a los 56), lo que forzó una prórroga de 30 minutos.
Con su tanto de penal, Lionel Messi, que también anotó en la primera ejecución de la definición, igualó a Gabriel Batistuta como mayor anotador argentino en la historia de la Copa del Mundo, con 10 gritos.
Argentina jugará su sexta semifinal mundialista el próximo martes ante Croacia, desde las 16 (hora argentina) en Lusail, colmado por más de 80 mil fanáticos que estallaron en festejos tras el angustiante desenlace.
Será el tercer choque mundialista ante Croacia, con la final del Mundial como premio
El lateral izquierdo Marcos Acuña no estará disponible por haber acumulado hoy su segunda amonestación. Lo mismo ocurrirá con el marcador de punta derecho, Gonzalo Montiel, quien fue sancionado con una tarjeta amarilla una vez que ingresó por Molina.
Tenso, trabajado, táctico: así transcurrió el partido antes de la apertura del marcador, con dos equipos estudiosos de cada movimiento -propio y ajeno- para no dar un milímetro de ventaja en una instancia sin mañana. Dos equipos que se enfrentaron casi en espejo, a partir de la elección de Scaloni de sumar a Lisandro Martínez a una línea de 5 defensores que permitió las trepadas de los laterales. Fue una decisión clave del entrenador albiceleste.
Juegos de esas características, aseguran los especialistas, se destraban con gambetas y a su juego llamaron a Messi para fabricar una situación de gol en el sector por el que eligió moverse mayoritariamente durante la parte inicial.
El capitán argentino recogió una pelota por el sector de Frenkie De Jong, lo dejó fuera de cuadro y se abrió espacio para avanzar. Nathan Aké fue a su encuentro como cada vez que el astro intervino por su zona, pero esta vez, quedó a destiempo por una amague sutil.
Recién en ese instante Messi decidió que era momento de soltar una filosa habilitación para Molina, que había iniciado la jugada y la terminó dentro del área con un anticipo frente al arquero Noppert.
Luuk De Jong hizo el 3-3 / AP
Si lo de Messi fue una inspiración, lo de Scaloni resultó un acierto de visionario porque minutos antes, cuando el juego no tenía resquicio por ningún sector del campo, se acercó a la línea para pedirle al lateral del Atlético de Madrid: “¡Andá!”.
Y Molina fue, porque en ese sector, a espaldas de Daley Blind, había un indicio de progreso con un Rodrigo De Paul que no evidenció rastros de la molestia sufrida el miércoles y un Messi iluminado para aprovechar la primera chance que le diera el partido.
De Paul fue importante para encimar a Frenkie De Jong, el organizador del juego neerlandés, lo que obligó al equipo naranja a saltear la presión para que sus tres delanteros buscan el mano a mano con los centrales argentinos.
Van Gaal colocó a dos mediocampistas en el segundo tiempo y subió al Denzel Demfries al lugar de extremo que ocupaba Steven Bergwijn. El equipo se adelantó en la cancha y dejó más espacios detrás de su línea media, lo que representaba una oportunidad para Messi, Julián Álvarez y algún volante argentino que se desprendiera.
Tanto Nahuel Molina como Marcos Acuña jugaron el segundo tiempo más atentos al retroceso con la misión de que no se lanzaran centros desde los costados, especialmente tras el ingreso del lungo Luuk De Jong.
Sin embargo, en una de las incursiones controladas, Acuña pisó el área, Dumfries lo barrió y el español Antonio Mateu Lahoz sancionó un indiscutible penal, tercero para Argentina en esta Copa del Mundo.
El capitán facturó con un zurdazo cruzado y tras festejar con el público argentino, a la altura del banco de suplentes neerlandés, hizo la señal del Topo Gigio ¿a Van Gaal?.
El partido se puso picante en el tramo final y el legendario entrenador jugó una última carta que le salió a la perfección, cuando ordenó la entrada de otra torre, Wout Weghorst, de 1,97m. Fue su propio Dirk Nanninga, 44 años después de que la incertidumbre se adueñara del estadio Monumental.
Es que cinco minutos después de su ingreso, el delantero del Besiktas turco ganó en el área, logró el descuento y puso el partido en un terreno cardíaco. Era de esperar que la “Oranje” se lanzara en los últimos minutos, mientras Argentina buscaba enfriar el partido con faltas y discusiones.
Scaloni hizo variantes para renovar energías y dos de los ingresados, Leandro Paredes y Germán Pezzella, cometieron el pecado de entregar una falta a orillas del área en la última jugada de la noche.
Los neerlandeses sorprendieron con un movimiento preparado (como el de Zanetti ante Inglaterra en Francia ‘98) y Weghorst enmudeció la cancha con el empate. Tanto el equipo como el público tardaron en reaccionar frente a semejante golpe ante un rival que -lógicamente- lucía con mayor integridad.
El festejo desenfrenado de Lautaro Martínez para el 4-3 final / AP
Con el ingreso de Di María para los últimos 10 minutos, Argentina arrinconó a Países Bajos y pudo ganarlo con Lautaro Martínez y un tiro de Enzo Fernández, que pegó en la base del palo derecho.
El árbitro Mateu Lahoz, a quien se le escapó el partido de las manos, marcó el final y en los penales “Dibu” Martínez demostró toda su personalidad para restablecer una noche que tuvo un sufrimiento innecesario.
El martes, el estadio Lusail será escenario del choque de los mediocampistas con mejor juego de la Copa. Luka Modric, Marcelo Brozovic y Mateo Kovacic serán los rivales. El premio es enorme: definir la Copa del Mundo el 18 de diciembre. Y Argentina quiere la tercera.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE