¡Creer o reventar! ¡Salieron todos!

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Por IRENE BIANCHI

irenebeatrizbianchi@hotmail.com / @IRENEBIANCHI

- Supongo que ya armaron el arbolito, ¿no?

- ¡Obvio! El mío bastante escuálido y deforestado, pero basta la intención.

- El mío tiene las borlas por el piso. Hace juego conmigo. Y con el país entero.

- Borlas gigantes son las de Luciani y Mola. Bien puestas, ¿no creen?

- ¡Pobre Cris!

- ¿Pobre?! Pobres nosotras, Pupi. ¿Querés que te compare tu jubilación con la de ella?

- No, gracias. Prefiero no amargarme.

- A mí me vino genial el fallo. Acerté todos los números.

- ¡No te puedo creer que jugaste a la quiniela, Negri!

- Como siempre. Y esta vez la junté con pala.

- Seré curiosa, ¿qué salió?

- El 79, el 44 y el 56.

- Desasnáme. ¿Qué significan?

- En ese orden: el ladrón, la cárcel y la caída. ¡Bingo!

- ¡Guau! ¡Creer o reventar!

- Igual, muy deprimida no estaba. Vino a cenar a Puta Lara después de desahogarse en la tele. Una amiga que vive por ahí me contó.

- ¿En serio? ¿Y quiénes estaban?

- Su amigo el Intendente de Ensenada como anfitrión, y el llamado “núcleo duro K”.

- Duro debe haber quedado más de uno con la condena a la Jefa.

- No cambia nada. Van a apelar “ad infinitum”. Además en un ratito Cris cumple 70. Le tocaría domiciliaria.

- ¿Ya 70? ¿Quién diría? Veterana como nosotras.

- Sí, pero con más guita.

- Ella es el ejemplo más claro que la plata no hace la felicidad.

- ¡Puede ser, pero cómo ayuda, che!

- Decímelo a mí, que voy por la segunda cuota del pan dulce, y no sé si llego a la tercera.

- Mejor, así no engordás, Toti. Hay que buscarle el lado bueno a la misiadura.

- Me tenés harta con tu optimismo a ultranza, con tu fundamentalismo del vaso medio lleno. Los ovarios llenos, me tenés.

- ¿De qué otra manera podés sobrevivir en este íspa, Negri? Es mi mecanismo de defensa.

- En eso tenés razón. Lo que no te mata te fortalece, dicen. Y si aún estamos vivas, es porque tantas décadas de malaria sostenida nos fortalecieron.

- Somos como las cucarachas, a prueba de todo.

- ¡Ni las menciones! En casa ya aparecieron. Como amas y señoras, se pasean de la sala al comedor.

- ¡Ay! ¡Me hiciste acordar de la Walsh! ¡Qué sabia esa mina!

- ¡Inolvidable! “El Reino del revés”, junto a Cambalache, podrían ser nuestro Himno Nacional.

- Por no mencionar a “Los Ejecutivos”: Ay, qué vivos son los ejecutivos, qué vivos que son. Del sillón al avión, del avión al salón, del harén al edén, siempre tienen razón; y además tienen la sartén, la sartén por el mango, y el mango también.

- Ahora que decís “avión”, faltando tantos aviones hidrantes, ¿por qué se compró uno nuevo el Presi?

- Por eso mismo. Porque es el Presi, y hace lo que se le da la gana.

- El avión, el avión, ya sé, el 99 en la quiniela. Voy y vuelvo.

- ¡Pará! Ya que ganaste con la condena, pagá vos la birra, Negri. ¡Chin, chin!

 

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