Siete razones para no manejar en sandalias

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1 - Al no estar sujetas a la parte trasera del pie, pueden llegar a provocar un enredo o una traba.

2 - No hay apoyo suficiente para pisar los pedales. El tobillo no tiene soporte y si hay que realizar alguna maniobra de emergencia, se corre el riesgo de lesionarse.

3 - Los movimientos de los pies serán dos veces más lentos que con zapato normal. Si hay que frenar se tarda más en hacerlo, y ni qué decir en caso de que se tenga que pisar el embrague. Los movimientos serán más torpes y peligrosos.

4 - Las ojotas o sandalias están hechas de material deslizante (resbaladizo) y además de perder contacto con la superficie de los pedales, le resta sensibilidad a los pies.

5 - Es muy fácil que los pedales pueden atorarse entre el pie y la sandalia y hacer que se cometa un error al volante.

6 - Pueden zafarse con facilidad, dado que al no estar sujetas al pie ni darle soporte, con el más pequeño movimiento se puede perderlas en el piso del vehículo.

7 - En caso de un accidente los pies estarán completamente desprotegidos.

 

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