VIDEO. Pedro y el Lobo, y un nuevo capítulo en esta historia de amor indestructible

A 3 años de su salida del club, Troglio volvió ayer a pisar 60 y 118 y fue recibido con una gran ovación desde los cuatro costados

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Por WALTER EPÍSCOPO

wepiscopo@eldia.com

¿Alguien podía tener alguna duda que Pedro Troglio iba a ser muy bien recibido? El amor entre los hinchas y el ex jugador/técnico albiazul quedó claro que es indestructible. Que va más allá de un resultado. Que una goleada en contra en un clásico. Que una final perdida... Por que también, el hincha no olvida que supo ganar clásicos, hacer goles, pelear torneos, volver para ascenderlo. Y que, a pesar de las “espinas” en el camino, siempre dijo presente. Que siempre volvió y por eso tuvo tres procesos como DT.

¿Alguien puede silbar a un tipo que fue capáz de tatuarse al Lobo? ¿De ir a comprar agua cuando faltaba en una práctica? ¿Que hizo más cosas que la de dirigir un equipo? Que sin haber nacido en el club, lo adoptó como suyo consu familia.

Sin dudas el amor es más fuerte. Las heridas en el corazón de Pedro a quien hace exáctamente 3 años lo echaban, seguramente irá sanando. Mejor que nadie entiende que el fútbol tiene esas cosas, muchas veces inexplicables.

En la previa Pedro buscó abstraerse y no quiso hacer declaraciones. Se sorprendió cuando entró al campo de juego y de repente se le vinieron encima sus hijos más chicos, Mirko y Pedrito. La ovación no tardó en llegar y al darse vuelta vió que pisaban el campo de juego su esposa Alejandra, y dos de sus cuatro hijos mayores, Gianluca e Iara (faltaron María Pía y Camila).

La bandera de su Filial de Barrio Monasterio y otras más flamearon. El directivo Daniel Giraud le entregó una plaqueta recordatoria y una camiseta con su histórico número “21” que supo defender. Mientras desde los cuatro costados bajaba un masivo “olé, olé, olé, olé, Pedro, Pedro”, siguieron los abrazos.

Apenas había bajado del micro, enfiló extrañamente para el vestuario visitante y se saludó con los empleados que se cruzó; pero en la cancha, recibió el afecto desde varios jugadores del Lobo que dirigió, cuerpo médico y quienes trabajan junto al plantel hasta los que inflan la manga. También saludó a quienes sostenían las banderas dentro del campo de juego... “Pedro, uno de nosotros”, decía una.

Obviamente, Pipo, su amigo de toda la vida y ex compañero, lo esperó para darle un gran abrazo en el mismo banco del Ciclón. Cuando terminó el partido también Gorosito lo fue a buscar.

Internamente muchas sensaciones fueron las que tuvo Pedro que brazos en alto saludó a los cuatro costados. Si tenía alguna duda sobre el cariño masivo, todo se despejó rápidamente.

Pedro volvió al Bosque 3 años después de su salida del Lobo y fue ovacionado

 

Fue verdaderamente unánime la ovación de todo el Estadio para Troglio, que ayer en el buzo de DT le tocó enfrentar a su querido Lobo con el escudo de San Lorenzo. Algo que no fue nuevo para él, alguna vez le pasó dirigiendo a Independiente, a Argentinos Juniors y Tigre.

Cuando la pelota comenzó a rodar fue otra historia, pero no dejó de recibir afecto a través del alambrado.

El cuerpo médico albiazul y Gorosito saludan a Troglio / Demian Alday

En el final, luego de recibir el saludo de Pipo, enfiló rápidamente para la manga junto al profe Pablo Martín y su ayudante de campo Gustavo Reggi (otro ex Mens Sana), y buscó pasar desapercibido mientras los hinchas festejaban la victoria.

Para los resultadistas, los agoreros tremendistas que realizan porcentajes de cariño por uno u otro en redes sociales, quedó más que claro que la de Pedro y el Lobo es una historia de amor indestructible. Que va más allá de cualquier resultado, por más duro que sea...

Porque simplemente el corazón tiene sus razones, que la razón no conoce. Y eso, algunos, no lo pueden entender.

 

 

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