Niña Lobo: la banda uruguaya que creció de golpe
Edición Impresa | 15 de Marzo de 2022 | 02:38

“Nuestro sueño es tocar con El Mató, es nuestra banda referente”, dice Isa Palomeque, bajista de la banda uruguaya Niña Lobo, que mañana cumplirá ese sueño: se presentarán las bandas juntas en el Teatro de Verano de Montevideo. Una fecha a la que el combo indie del otro lado del Río, compuesto además por Camila Rodríguez en guitarra y voz, Camila Bustillo en guitarra y coros, Andrea Pérez en teclados y coros y Julia Gerriero en batería, llegará con “Lo que duró la vida de alguien”, su primer disco, bajo el brazo.
La banda formada en 2019 había aparecido con su sonido dulce y melancólico con una serie de sencillos y EPs, pero “desde un comienzo queríamos hacer un disco”, cuenta Palomeque. “Hicimos los dos primeros EP como una carta de presentación, pero siempre nos gustó más ahondar. Entonces, lo sentíamos como un debe, proponernos componer canciones con un hilo conductor, musical y narrativo”.
Ese hilo conductor tiene que ver con la infancia compartida de las artistas: “El disco hace referencia a los 2000, a la cultura pop, son referencias a nuestra infancia, cuando escuchábamos discos, entonces sí o sí tenía que ser un disco”, cuenta la bajista, y queda de manifiesto con los títulos de las canciones: canciones inspiradas en Hannah Montana, Hillary Duff y Natalie Portman conviven para iluminar el desamor y el fin de la inocencia.
“Siempre tuvimos en común volver a hablar de las estrellas pop que escuchábamos de chicas, siempre que nos juntábamos mirábamos ‘Camp Rock’”, cuenta Palomeque: atravesadas por la cultura pop que circulaba en sus mocedades (“estamos en Uruguay, a miles de kilómetros de los Estados Unidos, y crecimos con series de Disney y comedias de Hollywood totalmente inverosímiles, donde siempre hay parejas heterosexuales y finales bastante felices”), el disco es una especie de coming of age que comienza “cuando tenés 20 años y te das cuenta de que nada de eso va pasar y que nada es” como se muestra en esas producciones: por eso es necesario “desaprenderlo a la fuerza, viviendo y dándote cuenta que esa realidad nos afectó desde muy chicas”.
Es, dice Palomeque, “parte de crecer: darse cuenta que uno tiene incorporado lo que aprendió de chica”. El crecimiento, ese desaprender, claro, no es solo luz y verdad, hay incertidumbre, lucha, desgarro, “no es un disco donde solo te das cuenta de lo que es ser adulto, es un disco donde se sufre por eso”. En medio de ese dolor, “ligado a esa crisis de identidad que ocurre a los veintipico”, se entreteje ese “trasfondo del desamor” que se canta desde el primer tema del disco, homenaje a Jaime Roos, al que le piden perdón porque les dijo que no se enamoren de nadie.
La historia de “Lo que duró la vida de alguien” no solo está atravesada la cultura pop hoy ya retro, sino también por la pandemia que detuvo el ímpetu de la banda cuando recién aparecían en escena. Con la idea siempre presente de lanzar un disco, como buena parte de las bandas, se encontraron de forma virtual, desde distintas partes de Uruguay, para comenzar a tejer la trama del nuevo trabajo, mientras veían cómo se suspendían las fechas pautadas que tenían. “El día que cayó la pandemia íbamos a tocar en Montevideo Rock, iba a ser nuestro primer festival masivo... Y tá, cayó la pandemia, se suspendió todo. Le pasó a todos los artistas, pero claramente nos frustramos”, recuerda la bajista. Se postergó también la fecha con los platenses de El Mató que tendrá lugar, finalmente, mañana. Mientras tanto, “buscábamos la forma de conectar entre nosotras, de mantener viva la banda”, incluyendo la grabación de un podcast.
Finalmente el panorama se fue aclarando, y “de a varios tirones, terminamos de darle forma a las canciones. Y salió el disco”. Y también llegó el día de cumplir el sueño.
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