El juicio a Alejo Alonso, en la recta final

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En el juicio oral que se desarrolla en los tribunales de 8 y 57 en La Plata, por el que Alejo Alonso está siendo juzgado a causa de la muerte de Gaspar Argentino Ayala (40), ocurrida en City Bell hace más de 22 años en el marco de una pelea por un incidente de tránsito, ayer fue el turno del alegato de la defensa.

Con las alocuciones de Alfredo Gascón y Miguel Molina, representantes letrados del imputado, se hicieron varios planteos para atenuar cualquier posibilidad de una condena gravosa en años.

El buen concepto de Alonso, el tiempo que ya transcurrió del hecho, su condición de padre de familia y el ejercicio de un trabajo estable, fueron algunos de los argumentos vertidos, por lo que se requirió la imposición de una pena por debajo del mínimo de la escala legal para del delito de homicidio, lo que además fue acompañado con un pedido de inconstitucionalidad del tope mínimo aplicable a esa figura.

Vale recordar que, el viernes pasado, la fiscal de juicio, María Victoria Huergo, había requerido una sanción de 15 años de prisión para el acusado y ayer replicó los esbozos de la defensa, al considerar que el tiempo que había cumplido Alonso en prisión por otro crimen, el del repartidor Adrián Santana, como se mencionó, según fuentes judiciales, no libera al imputado de culpa y cargo, ya que se está en debate por otro hecho distinto y que también merece reproche penal.

La defensa dio por acreditado que la fiscalía “no realizó un test de razonabilidad que le permita justificar la graduación e intensidad de la pena”, y ponderó el arrepentimiento de Alonso, tras su declaración del viernes pasado.

Ese día, tras varias idas y vueltas por su estado de salud y, pese a que el perito de parte había manifestado que no estaba en condiciones de estar en debate, por un estado de aparente “tristeza”, finalmente se ordenó su comparecencia y fue en esa circunstancia que optó por declarar.

Así recordó que el día del hecho estaba brindando en la casa de su tío, cuando recibió un llamado de su prima, porque había tenido un accidente vial. Por eso fueron en auto al lugar a asistirla, aunque, al llegar, se inició una discusión y hubo golpes.

Alonso contó que los violentos eran unas veinte personas, entre las del accidente y gente que se había involucrado en el hecho.

Aclaró que no había ido a pelear, sino a asistir a su prima y terminó repeliendo agresiones y defendiéndose como pudo.

“No hay un día que no me arrepienta de haberme subido a ese auto”, declaró entre lágrimas. Ahora, el próximo 28 de abril, se conocerá la sentencia de este caso.

 

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