¿Una estrategia efectiva y sana para bajar de peso?
Edición Impresa | 17 de Abril de 2022 | 05:17

María Laura Oliva
Lic. en Nutrición. Miembro del Colegio de Nutricionistas
El efecto de la dieta cetogénica sobre los parámetros bioquímicos (colesterol, glucemia, triglicéridos) y el estado nutricional (sobrepeso/obesidad) ha sido objeto de debate a lo largo de los años, es un tema controvertido y con muchas aristas para analizar.
Un poco de historia, la dieta cetogénica es una dieta popular, desarrollada en 1924 por Russell Wilder para el tratamiento de enfermedades de las neuronas motoras, también se ha utilizado con éxito para algunos tipos de epilepsia. Específicamente, una intervención de dieta cetogénica aporta una proporción muy baja de carbohidratos (< 30 g/día, equivalente a aproximadamente 13%) y una mayor proporción de grasas (44%) y proteínas (43%), en algunos casos se combina con una restricción calórica de menos de 800 kcal/día. El resultado es una caída de la insulina y el inicio de un estado catabólico de gluconeogénesis y cetogénesis, en el que los lípidos se movilizan desde el hígado a diferentes tejidos, entrando en un estado de cetosis. Los cuerpos cetónicos son los responsables de generar energía e inhibir el apetito.
¿Qué nos dice la evidencia?, un metanálisis reciente encontró que, aunque fomenta una disminución significativa del peso corporal, el tamaño del efecto es clínicamente marginal comparado con una restricción de una dieta balanceada. Se ha demostrado que este tipo de dietas no conducen a mayores cambios en el peso, el COL-T, HDL, LDL o TG que una dieta equilibrada.
Sin embargo, podría haber razones para prescribirla a un paciente con obesidad, por ejemplo, la velocidad de la pérdida de peso, la motivación del paciente para seguir bajando de peso, el fracaso previo de dietas equilibradas o la preparación para intervenciones quirúrgicas.
No existe un patrón de alimentación único para el control de la obesidad. Los adultos que viven con obesidad pueden considerar varias opciones de intervención nutricional que están centradas en la persona y sean flexibles. Las intervenciones nutricionales para el control de la obesidad deben centrarse en lograr resultados de salud para la reducción del riesgo de enfermedades crónicas y mejoras en la calidad de vida, no solo cambios de peso.
La dieta cetogénica de muy bajo valor calórico puede lograr reducciones de peso a corto plazo (es decir, < 12 meses), pero no ha de mostrado ser sostenible a largo plazo (es decir, > 12 meses). Esta restricción puede afectar las vías neurobiológicas que controlan el apetito, el hambre, los antojos y la regulación del peso corporal, lo que puede resultar en una mayor ingesta de alimentos y aumento de peso posterior (efecto rebote).
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