Las dudas que instala la nueva era de Twitter

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Terreno de mensajes cortos -y rápidos- cargados de emoción, sarcasmo e ironía, Twitter es famosa también por ser un espacio en el que discursos de odio y comportamientos abusivos circulan con frecuencia, y por eso genera incertidumbre el inminente desembarco de su nuevo dueño, Elon Musk, un autoproclamado “enemigo de la moderación de contenidos” y defensor a ultranza del “libre discurso”.

Este lunes Musk puso 44.000 millones de dólares sobre la mesa para comprar Twitter, red social a la que se unió en 2009 y en la que supo jugar con sarcasmo y polémica como usuario popular, acumulando más de 85 millones de seguidores. Hoy, ese megáfono mundial está en sus manos.

Algoritmos de código abierto, humanos identificados y un escenario sin bots de spam son algunos de los cambios que anticipó que incorporará en la plataforma, donde buscará “garantizar la libertad de expresión” a rajatabla, a la que denominó como “la base de una democracia que funcione”.

El empresario “con su estilo provocador, parece ignorar el largo y problemático camino transitado por Twitter y otras plataformas en la gestión y moderación de contenidos”, dijo Martín Becerra, especialista en medios de comunicación e industrias culturales e investigador del Conicet.

Violencia de género

Un informe de Amnistía Internacional (AI) publicado en diciembre de 2021 alertó que periodistas, actrices, activistas y defensoras de derechos humanos de las mujeres y personas LGBTI+, ven a “Twitter como un espacio que habilita la violencia de género en la conversación”.

La plataforma ha intentado algunas acciones frente a las problemáticas que tienen lugar día a día.

Si bien faltan aproximadamente seis meses para que el acuerdo de la compra por parte del dueño de Tesla se oficialice... ¿se puede empezar a pensar cómo será el enfoque de Musk frente a los discursos de odio, en el contexto de la libertad de expresión que busca garantizar?

Solo el tiempo mostrará cómo administra Musk “esta tensión cuando esté a cargo de Twitter”, en palabras de Becerra.

La noticia sobre su compra fue recibida con “preocupación” por algunos empleados de la plataforma, que aún buscan respuestas sobre cómo será el futuro de esta red, informaron medios especializados.

Para José Luis Fernández, investigador de la UBA, “Musk, como mucho, podrá incorporar contenidos pero no transformará los sistemas de intercambio discursivo tan variados como los de Twitter”, consideró.

Durante la última parte de la administración de Jack Dorsey como CEO de Twitter, sus esfuerzos fueron dirigidos a que la red se convierta en una plataforma para “una conversación saludable”. ¿Qué será de Twitter en la era Musk?

 

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