María Becerra: la fanática del Lobo tuvo su momento en los Grammy

Silk Sonic se llevó los gramófonos a canción y grabación del año en la gala en la que la argentina brilló junto a J Balvin

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La noche de los 64° Premios Grammy, celebrada anoche en el MGM Grand Garden de Las Vegas, comenzó con Bruno Mars, Anderson Paak y su “777”, siguió con la mimada de la velada, Olivia Rodrigo, premiada con el gramófono a mejor artista nueva, y salió luego al escenario María Becerra, la trapera argentina oriunda de Quilmes y fanática de Gimnasia que cantó junto a J Balvin su exitosa “Qué más pues?”.

Luego de la actuación de ambos artistas, J Balvin quedó solo para su versión de “In Da Getto”, clásico bailable del DJ puertorriqueño David Morales y The Bad Yard Club, con la colaboración vocal de Delta Bennett, de 1993, mientras en las redes se multiplicaban las menciones a la artista argentina.

Becerra fue la figura nacional en una velada con una sola nominada de nuestro país, la artista radicada en España Nathy Peluso, que perdió en la categoría mejor álbum de rock latino o alternativo en manos del colombiano Juanes. La industria musical estadounidense, se sabe, está más cerca de los latinos del centro de América que del Sur, motivo por el cual muchos artistas argentinos coquetean con los ritmos urbanos, una forma de potenciar su marca en la industria.

Lo cierto es que mientras Peluso no conseguía su objetivo, Becerra cumplía un sueño: con solo 22 años y una corta carrera, la quilmeña llegaba a la alfombra roja de la principal ceremonia de premiación de la industria musical estadounidense, donde dijo sentirse “chocha” ante la posibilidad de actuar en los Grammy latinos y dejó entrever una inminente colaboración con Sofía Reyes, además del esperado dúo con Camila Cabello, “Hasta los dientes” (disponible el próximo sábado).

Pero antes de todo eso era una fanática más del Lobo, legado de su abuelo y su madre, que vivió muchos años en nuestra ciudad. Incluso, en sus recitales suele motivar a su público con el tradicional cántico de la hincha: “Dale Lobo, dale Lobo…”. Su cuenta de Twitter, además, termina con el 22. “Ser hincha de Gimnasia es la herencia más linda que nos dejó mi abuelo”, dijo alguna vez la socia honoraria del Lobo.

LOS PREMIOS PRINCIPALES

Becerra no le trajo suerte a Balvin, nominado a mejor disco de música urbana, un galardón que se llevó Bad Bunny por “El último tour del mundo”, en una categoría inaugurada este año en la que también competían “Afrodisíaco”, de Rauw Alejandro; “José”, de J Balvin; “KG0516”, de Karol G, y “Sin miedo (del amor y otros demonios)”, de Kali Uchis. Alex Cuba, en tanto, se llevó el premio a mejor disco de pop latino, mientras que Vicente Fernández se llevó un premio póstumo al ganar la categoría de mejor disco de música regional mexicana por “A Mis 80’s”, el último trabajo que publicó antes de su fallecimiento el pasado mes de diciembre.

El panameño Rubén Blades, en tanto, volvió a repetir triunfo con “Salswing”, que en los últimos Latin Grammy fue laureado como el álbum del año y este domingo se llevó el Grammy al mejor disco tropical.

Todos estos premios se anunciaron en la gala previa, y no en la ceremonia principal, donde se entregan solamente un puñado de premios, los más importantes para el gran público: en esa ceremonia Billie Eilish homenajeó al malogrado Taylor Hawkins con un espectacular despliegue, y Lady Gaga hizo lo mismo con Tony Bennett, con quien grabó “Love for Sale”, disco que ganó anoche dos Grammys y que estaba nominado a álbum del año.

En una gala bien musical, también se presentaron Olivia Rodrigo y BTS, entre otros, aunque la nota saliente la dio el presidente ucraniano Volodomir Zelenski, que envió un mensaje en video pidiendo que “cuenten nuestra historia” para “que llegue la paz”. Tras el mensaje, John Legend se sentó al piano para cantar “Free”, que se cerró con el llamado al fin de la guerra a cargo de una poeta ucraniana.

Jon Batiste, encargado de la banda sonora de “Soul”, llegaba a la velada con once menciones las candidaturas a los galardones, aunque los atractivos y las grandes luchas estaban en otro lado: Taylor Swift y Kanye West, una de las enemistades más sonadas del pop, se enfrentaron por el premio al álbum del año, para el que eran favoritas Billie Eilish y Olivia Rodrigo, que se llevó el gramófono a mejor artista nueva. Silk Sonic, la dupla de Bruno Mars y Anderson Paak, en tanto, ganó el Grammy a la canción y grabación del año por “Leave The Door Open”.

Becerra, con la camiseta del club de sus amores

 

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