La línea de cinco le dio más presencia que funcionamiento al fondo

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Estudiantes había encontrado en Ezequiel Muñoz a un hombre que pudo hacerse importante para el fondo en cuestión de partidos, y que poco a poco parecía ganarse el lugar de indiscutido en la línea defensiva.

Sin embargo, la lesión sufrida en el clásico platense no solo lo mantendrá lejos de las canchas por los próximos meses, sino que también le generó un dolor de cabeza a Ricardo Zielinski, que aún así optó por mantener una estructura que parece ser la que mejor le funciona a los suyos.

Con la inclusión del paraguayo Jorge Morel en lugar del lesionado ex Independiente y Boca, entre otros, el Pincha repitió fórmula ayer. Y si bien es cierto que no la pasó del todo bien al momento del retroceso, la ventaja tempranera le permitió esperar con tranquilidad y apostar a la contra y al error del rival, cuestiones que Estudiantes maneja a la perfección desde la llegada del cuerpo técnico del Ruso.

Lo abrió con la pegada de Fernando Zuqui y el cabezazo de Emmanuel Mas. Preocupó al rival de turno en todo momento a través de la pelota aérea, tanto que así llegó el segundo, con Leandro Díaz asistiendo al uruguayo Agustín Rogel; y lo liquidó con un horror de la última línea velezana.

De atrás para adelante, el Pincha mostró ayer por Copa todo su libreto. Y si bien tiene cosas a mejorar (como la gran mayoría de los equipos), dio el primer paso en la Libertadores. Línea de cinco, pelota aérea y aprovechando errores: ADN albirrojo al ciento por ciento.

 

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