Se robustece la hipótesis de un plan criminal por la “Aduana Paralela”

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Dos hombres declararon ayer en el juicio por el crimen de subcomisario bonaerense Jorge Gutiérrez, cometido en 1994, y fortalecieron la hipótesis de la existencia de un plan para matar y, posteriormente encubrir el crimen, con el objetivo de evitar que éste continuara con la investigación sobre un depósito clandestino vinculado a la denominada “Aduana Paralela”.

Se trata de Luis Lofeudo y Darío Nefle, quienes declararon como testigos en el debate que lleva adelante la Sala A de la Cámara de Apelaciones y Garantías de La Plata y que tiene al excabo de la Policía Federal Argentina (PFA), Alejandro Santillán, y al ex efectivo de la Bonaerense, Francisco Mostajo, como imputados del delito de “homicidio agravado por alevosía”.

El primero de los testigos dio detalles sobre a quién pertenecía el depósito Defisa, cuya actividad investigaba Gutiérrez , y Nefle fue un joven torturado en 1994 para que se hiciera cargo del asesinato.

“Tuvimos dos testimonios muy importantes. Declaró el grupo de investigadores, que al principio estaba a cargo del subcomisario Jorge Piazza, posteriormente asesinado por esta investigación, y quedó claro que Gutiérrez fue asesinado porque investigaba lo que se llamó después ´Aduana paralela´ y uno de los investigadores identificó a los dueños del depósito”, explicó Lucía Extremera, una de las abogadas que representa a la familia de Gutiérrez.

Lofeudo, un investigador policial, precisó que el galpón era propiedad de Ernesto Gutiérrez Conte y Mario Grinschpun.

“Esto nos pareció importante, porque se empieza a cerrar la hipótesis de que hubo un plan criminal para ubicar a Gutiérrez en ese tren y matarlo”, precisó.

 

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