Boca pagó sus errores con una derrota frente a Central Córdoba, en Santiago

Lejos estuvo de ser una buena noche para Boca, al puto que lo pagó con una derrota frente a Central Córdoba, en Santiago del Estero, una provincia en la que no conocía la derrota. Esta vez ni Agustín Rossi, que volvió a tapar un penal, y mantuvo a su equipo en partido tras haber quedado un gol abajo, ni Sebastián Villa, que ingresó en el segundo tiempo, salvaron al equipo de Sebastián Battaglia, que reaccionó muy tarde, y sin la precisión necesaria, porque en posición favorable Villa, Rojo, Benedetto y Luis Vázquez dejaron pasar sucesivas chances que se presentaron para neutralizar el 1-0 que en definitiva quedó firme en el estadio Madre de Ciudades como consecuencia del gol convertido por Francisco González Metilli, a los 11 minutos de la etapa complementaria.

El partido, cuyo resultado pudo haber sido más amplio en favor del local de no haber sido por el penal que Rossi le atajó a Renzo López, a los 18 minutos de la etapa complementaria, correspondió a la segunda fecha de la Liga Profesional, certamen en el cual el elenco Xeneize había debutado con un triunfo de local frente a Arsenal.

Hubo público “neutral” en las tribunas, y no faltaron jugadas polémicas, con una al tope: el gol anulado a Jesús Soraire, por invasión de área, en el penal contenido por el arquero boquense.

El Ferroviario apuró ni bien la pelota comenzó a rodar, y presionando en la salida dejó a Boca postergado en el juego. Con dinámica, el local movió la pelota por todo el frente de ataque, y dispuso de una serie de situaciones que en definitiva quedaron en la nada. La primera, porque el árbitro, con revisión del VAR, dejó pasar una entrada de Rojo a Juan Cruz Kaprof dentro del área, y la segunda porque Rossi le sacó una pelota de gol impulsada desde el borde del área por González Metilli.

Tras ese primer tramo complicado, el conjunto boquense sacó el partido de su última línea, y a partir de pases largos, comenzó a tener presencia en ataque, lo cual quedó reflejado en una entrada de Izquierdoz, que llegó por sorpresa, aunque si envío no encontró el arco de Cristopher Toselli porque antes se desvió en un marcador, y en una aparición de Ramírez para conectar, aunque sin la dirección debida, un centro bajo cruzado por Benedetto desde la derecha, sector en el que despojó de la pelota a Jonathan Bay.

Boca se hizo cargo de la ocupación del campo y del control de la pelota ni bien empezó el segundo tiempo, pero tras un cabezazo de Benedetto que se fue junto a un palo, tras un centro de Fabra, el equipo de Battaglia exhibió equivocaciones en la última línea, con Rojo y Weigandt como protagonistas.

En este marco, tras una buena tapada de Rossi y un pelotazo de Guillermo (“Pol”) Fernández en el travesaño llegó el 1-0 de González Metilli, aprovechando un rebote en el arquero, y enseguida, una falta de Weigandt desembocó en un penal que no terminó en gol porque Rossi tapó el remate de Renzo López y Soraire, que aprovechó, invadió el área de acuerdo a lo registrado por los encargados del VAR.

La tapada de Rossi dejó a Boca en partido, y fue por el empate, aunque el dominio absoluto lo ejerció en el tramo final, cuando acorraló a central Córdoba y le generó una serie de jugadas de alto riesgo que pasaron de largo porque el arquero desvió un derechazo bajo de Villa y les faltó puntería a Rojo, que cabeceó delante del arco, Benedetto, a las manos del arquero, y Vázquez, afuera. No era la noche de Boca, quedó más claro todavía cuando Pablo Echavarría, el árbitro, dio por finalizado el juego luego de ocho minutos de un descuento que llegó a los 8 minutos.

Esta era una provincia muy favorable para Boca, al punto que viajó para cruzarse con Central Córdoba después de ocho presentaciones sin derrotas, con el antecedente más inmediato del 2-1 frente al mismo rival en abril pasado, por la Copa de la Liga, con anotaciones de Eduardo Salvio, quien no fue convocado para esta oportunidad por una distensión en el bíceps de la pierna derecha, lesión que ha puesto en duda su presencia en la serie por octavos de final de la Copa Libertadores.

A propósito de esto: Corinthians, futuro rival boquense en el comienzo de la ronda final del certamen continental, objetivo número uno de los Xeneizes en el segundo semestre, derrotó este fin de semana por 2-0 a Juventude, resultado que le permitió volver a treparse a lo más alto de la clasificación del campeonato Brasileño, más conocido como Brasileirao.

El conjunto paulista, dirigido por el portugués Vitor Pereira, se adelantó a los 2 minutos, por medio de Adson, y a falta de 5 minutos para la expiración del cotejo en el Neo Química Arena de San Pablo, definió el pleito, a través de una anotación de Gustavo Mantuán.

Boca-Corinthians comenzarán a definir la llave el martes 28 en San Pablo y una semana después jugarán la revancha en la Bombonera.

Pero volviendo a los antecedentes de Boca en Santiago del Estero, hasta anoche llevaba ocho partidos, con cinco triunfos y tres empates. Una racha que se interrumpió entonces con esta derrota por 1-0, como visitante en el Madre de Ciudades, que llegó a consecuencia de los errores cometidos en las dos áreas, que pagó con el gol y el penal que salvó el arquero, y con la serie de situaciones desaprovechadas.

“Esta fue la novena visita de Boca a Santiago del Estero, una provincia en la que no conocía la derrota: cinco triunfos y tres empates

Fue la novena visita de Boca a Santiago del Estero, provincia en la que no conocía la derrota