Celeste Muriega: la bomba de “Sex” que vuelve a estallar en La Plata

Celeste Muriega es una de las bombas sexies que estallan en “Sex”, el espectáculo performático que gira por el país y que, a dos meses de su debut, regresará mañana a La Plata. Bailarina, actriz y conductora de tevé, dice que atraviesa un “presente perfecto” no sólo por ser parte de este gran éxito erótico de José María Muscari sino, además, por poder compartirlo con Christian Sancho, su socio arriba y abajo de los escenarios, con quien sellará su historia de amor con el casamiento, el año próximo.

Con 13 años de experiencia en el medio, desde que protagonizara en el under su primera obra de teatro, la carrera de Celeste ha ido en ascenso constante, ayudada por la sólida base que heredó de su familia. Hija de dos artistas que en su época supieron trabajar con los grandes, desde Olmedo y Porcel hasta Susana y Moria, la joven se enorgullece de haber podido compartir proyectos con figuras como Ethel Rojo y Beatriz Salomón, al igual que sus padres. “Se repitieron generaciones”, cuenta la bella morocha argentina orgullosa de los logros que construyó a base de esfuerzo y constancia.

“La verdad es que me fui abriendo el camino sola, un caminito de hormiga, audicionando constantemente” para poder llegar a trabajar con distintas compañías y figuras, desde Gerardo Sofovich y Carmen Barbieri hasta Ricardo Fort y Nito Artaza. En teatro, lo último que hizo fue “Bien Argentino” con Ángel Carabajal. Y en televisión se la vio bailando en “La Academia” de Marcelo Tinelli. También condujo para Playboy TV.

El año pasado, Muscari la convocó para sumarse a “Sex” como reemplazo de Noelia Marzol, y en marzo ya había pasado a ser titular de un elenco nuevo que, entre otras caras conocidas, incluía a Christian Sancho con quien, entre función y función, nació el amor: hoy son una consolidada pareja y una de las principales atracciones de este formato “modo recital” en el que exprimen al máximo los ratones durante el espectáculo.

“Me decían que era la monja de 'Sex' porque estaba muy vestida y ahora hago un desnudo”

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Junto a Ginette Reynal, Valeria Archimó, Maxi Diorio, Mario Guerci, Soledad Bayona, Ana Devin, Nacho Sureda, Tito Díaz, Sebastián Franchini y el mismo Sancho, Celeste Muriega se prepara para la función que mañana, desde las 21.30, ofrecerán en el Teatro Metro, 4 entre 51 y 53. Las entradas están disponibles en Plateaunotickets.com.

-¿Cómo estás viviendo el éxito de convocatoria que está teniendo “Sex, la gira”?

-No sabíamos qué iba a pasar con la gira, porque estábamos experimentando, y de repente ver la repercusión de la gente, la cantidad de público que empezó a venir a este nuevo formato, modo recital, que es algo totalmente distinto a lo que estábamos acostumbrados, está buenísimo. Es una experiencia única.

-¿Cómo es entrar en los pueblos más alejados de las grandes ciudades con este tipo de propuestas? ¿Notan diferencias?

-Claramente, se siente mucha diferencia. Se ve cuando termina el espectáculo, en el aplauso de la gente, todos de pie. Es una fiesta. Se van sonrientes, contentos. A algunos, quizás, les pudo haber marcado un antes y un después porque es una propuesta que te abre la cabeza y te permite jugar desde otro lado. Es una hora y media donde está permitido jugar. Y nosotros también jugamos porque estamos componiendo un personaje y a través de él se nos permite encarar diferentes situaciones.

-Es un espectáculo en el que el público que quiere participar lo hace y el que no, se lo respeta. ¿Cómo manejan ese juego con la gente?

-Gracias a Dios, estamos muy bien entrenados sobre hasta dónde avanzar con el público, con quién sí y con quién no, nadie se va afligido ni se siente incómodo, porque esa no es la idea. Al contrario, damos hasta donde cada uno quiere y eso es lo bueno: mantener el mismo código y que se vayan todos contentos del resultado final.

-Cuando te convocaron, ¿dijiste que sí enseguida?

-Al principio me pasó de ir a ver la obra y preguntarme si la iba a poder hacer, si me iba a salir. Porque en ese momento tenía que despertar una parte en mí que estaba bastante dormida, a nivel personal más que nada. Y después de haber hecho el reemplazo, me sentí más confiada, y sentí que podía hacerlo como titular. Pero al principio sí me permití dudar porque no es una obra para todo el mundo. Pero después, por otro lado, te hace sentir muy cómoda, porque uno arranca a dar hasta lo que puede y después uno se empieza a aflojar y te permitís jugar cada vez más, y de eso se trata también: Muscari nos da una libertad muy grande desde la dirección y eso está buenísimo porque terminás haciendo cosas que quizás pensabas que no te ibas a animar nunca.

-¿Por ejemplo?

-A mí me decían que era como la monja de “Sex” porque estaba muy vestida al principio y ahora hago un desnudo, y termino haciendo un cuadro con Sanchi re lindo, y otro montón de cosas que no quiero spoilear (risas), pero, bueno, pasan, y eso habla de la comodidad que uno tiene a la hora de subir al escenario y trabajar con gente profesional, y que te den la libertad de poder expresarte y sin perder la esencia de cada uno de nosotros.

-Haber sido parte de este proyecto, ¿te modificó la forma de abordar lo sexual que tenías, tanto en lo personal como en lo profesional?

-Sí, totalmente. Para mí fue un antes y un después. El año pasado estaba muy enfocada en el trabajo al punto que no me daba espacio para conocer a nadie, no tenía citas, no me involucraba con nadie. Y al arrancar la obra, me permití empezar a jugar desde otro lado. También es algo que uno lo atrae porque tenés una energía distinta y esa energía me fue cambiando desde que empecé la obra. Fue atraer algo que estaba dormido y hoy en día tengo una pareja hermosa, y la posibilidad de poder seguir seduciendo en “Sex” aún estando, por ejemplo, de novia. Está buenísimo poder mostrarlo porque está todo consensuado: no hay celos, es parte de un personaje. Y en ese sentido somos súper liberales.

-Trabajar con tu pareja, ¿es siempre disfrute o en algún momento pesa?

-Con Christian, tanto abajo como arriba del escenario, nos elegimos día a día y, además de convivir en una gira, cuando tenemos tiempo libre en Buenos Aires, también elegimos convivir y compartir lo máximo que podemos. Ya cumplimos cinco meses y yo digo que para mí hace como cinco años que estamos juntos (risas), porque mantenemos una intensidad muy fuerte.

“El casamiento con Christian va a ser hermoso porque es sellar el amor desde otro lado”

-Sí, hasta atravesaron rumores de embarazo y hay una propuesta de casamiento también...

-Lo del embarazo no era real, claramente, pero sí lo del compromiso y lo del casamiento. Las dos cosas están en pie pero, por ahora, lo más cercano es el compromiso que lo queremos hacer cuando terminemos la gira, que no sabemos cuándo. Pero sí está en los planes. Y después prepararnos para todo lo que viene el año próximo: el casamiento va a ser algo hermoso porque es sellar el amor desde otro lado más allá de que está todo súper sólido. Es una demostración más de amor de todas las que ya venimos haciendo.

-¿Cómo te gustaría seguir construyendo tu carrera?

-Me encantaría meterme más en la actuación, es algo que me copa mucho y que estudié y no tuve la posibilidad de practicarlo tanto. Después, la conducción es algo que me encanta. Quizás el último año, por cuestiones laborales, como “La Academia” y “Sex”, la vida me fue llevando a conectarme más con mi lado artístico, que está buenísimo, pero no descarto el día de mañana la posibilidad de enfocarme en la actuación y conducción.

-¿Qué balance hacés de tu presente personal y profesional?

-Es la combinación perfecta. Imaginate que cuando arrancamos con Christian la idea nuestra era poder viajar, no pudimos, pero el hecho de poder estar en una gira, trabajando juntos, nos permite poder conocernos más como pareja y fusionarlo. Ser parte de un éxito como lo es “Sex” y tener al lado gente que casi son familia, es hermoso porque eso después se transmite en el escenario.