Pánico y tensión en La Plata: estaba con su hija y la encañonan para sacarle el auto

Un nuevo episodio violento en City Bell

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Los asaltos armados parecen no tener freno en la denominada Zona Norte. Un día después del robo que sufrió un kiosquero en City Bell que fue encañonado en su comercio y posteriormente despojado de la recaudación, en las últimas horas se registró un nuevo episodio armado que hizo vivir a las víctimas un momento de pánico y nerviosismo.

En esta oportunidad, una mujer y su hija se convirtieron en blanco de la inseguridad tras ser asaltadas en la puerta de una vivienda ubicada en la zona del Country de Estudiantes.

El hecho tuvo lugar ayer, alrededor de las 19 horas, cuando la madre arribó en su Volkswagen Up de color azul a la vivienda de su hija, con el objetivo de dejar un acolchado.

Según explicaron a este diario personas allegadas a la damnificada, cuando la conductora se encontraba realizando las maniobras para estacionar su auto, un rodado, cuya marca, las víctimas, no pudieron establecer con detalle, detuvo su marcha en el frente.

Acto seguido, el acompañante descendió de la unidad y se dirigió corriendo a la propiedad.

Lejos de imaginarse la dramática situación que viviría unos segundos después, para cuando el ladrón bajó del coche, la conductora del Up ya había saludado a su hija y se encontraba charlando con ella.

Fue en ese momento de diálogo que las dos mujeres fueron sorprendidas por un delincuente que les hizo pasar un momento de terror, al apuntarlas con un arma de fuego y amenazarlas para que les entregaran las llaves del Volkswagen.

Por estas horas, en torno al caso se analizan distintas hipótesis. Se proyecta por un lado la posibilidad de que se haya tratado de un robo al voleo con los sujetos rondando la zona en busca de una víctima y topándose con ambas personas de forma circunstancial.

Pero no se descarta la posibilidad de que la damnificada haya sido marcada cuando circulaba a bordo de su rodado.

En este marco, se sospecha que los sujetos pudieron haber elegido a su víctima a varias cuadras de distancia de la vivienda.

Se estima que, luego de cruzarse con ella en algún semáforo o esquina, decidieron seguirla con la convicción de que terminaría su periplo en una vivienda de la zona.

Lo concreto es que, tras sembrar el terror con el arma, el sujeto que había bajado del lado del acompañante se subió al coche de la mujer, lo puso en marcha y abandonó la escena.

Detrás suyo hizo lo propio su secuaz en el auto con el que habían arribado. Si bien el primer delincuente había logrado dominar la situación a su favor, este malviviente también había bajado, según se proyecta, para brindar asistencia ante la posibilidad de que algo pudiese complicarse.

“Todos nos encontramos en estado de shock por lo sucedido. Ahora sólo nos queda esperar que la policía encuentre el coche”, indicó un familiar de las víctimas.

 

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