Ensalada rusa: la falta de rotación, eje de críticas tras la eliminación en Copa Argentina

La eliminación en la Copa Argentina despertó críticas a Ricardo Zielinski y también para algunos jugadores. El desgaste, la falta de rotación, el calendario y hasta los fallos arbitrales contrastan con un buen andar en la Libertadores. Un cóctel complejo

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Sonó el timbre en la casa de Ricardo Zielinski. Por primera vez desde que está en Estudiantes su ciclo tuvo unas cuantas voces en contra. La aceptación que hasta hace poco parecía mayoritaria encontró las primeras disidencias. La eliminación en la Copa Argentina fue un golpe duro para el hincha, que más allá de no tenerla como el principal objetivo había depositado algunas esperanzas en llegar, por primera vez desde que se disputa, lo más lejos posible. El DT se llevó cuestionamientos, como también algunos jugadores y dirigentes.

La eliminación se conjugó con la salida en cuartos de final de la Copa de la Liga pasada a manos de Argentinos como local y al mal funcionamiento en la actual Liga Profesional. Porque a las dos fallidas experiencias se le agrega un mal desempeño futbolístico. No hay que ser lúcido para decir que Estudiantes está jugando mal. ¿Por qué?

Al técnico y jugadores los avalan lo realizado en la Copa Libertadores, competencia en la cual el equipo se metió entre los ocho mejores de Sudamérica, con alguna chance de llegar un poco más lejos. En este objetivo el equipo fue todo lo que identifica al hincha y por eso el crédito sigue alto pese a la bronca actual.

Pero ya en la derrota por penales ante el "Bicho" se empezó a señalar al DT por su muñeca y no dar un volantazo a tiempo. Tiene un libreto simple, claro y hasta el momento rendidor, pero cuando algo no funciona tarda en modificar.

“El Ruso es esto”, dicen algunos. Y esa descripción, ambigua, expresa mucho. Por un lado explica que es el técnico que con un puñado de refuerzos sacó a Estudiantes del último lugar y con varias rachas adversas para llevarlo a los primeros planos a nivel local y nacional. También puede interpretarse que no es el técnico que lo llevará a dar ese salto de calidad que muy pocos técnicos lo hicieron.

Desde hace unas fechas que se está viendo al equipo agotado. Pero es un agotamiento mental más que físico. No se ve una merma a la hora de correr sino en la saturación. Y no hay duda que la falta de rotación es la principal causante. Aquí toda la responsabilidad es del entrenador.

¿Por qué Estudiantes no realizó variantes en los últimos partidos? Porque Zielinski quiso jugar todos los partidos de la Liga, la Libertadores y la Copa Argentina con lo que él cree es su mejor equipo. Ante Arsenal quedó en claro que la proximidad del duelo contra Fortaleza (sumado al desgaste de haber viajado a una latitud con más de 30 grados) le fue negativo. Ante Central Córdoba repitió y el equipo se confió en el segundo tiempo.

No rotar o no darles lugar a jugadores como Benjamín Rohlleiser y Pablo Piatti, o que no tengan minutos otros futbolistas como Nicolás Palavecino y más juveniles habla, por un lado, que el DT sólo considera a once o doce jugadores titulares porque -tal vez- no los vea del todo listos para ser considerados. O como el caso Franco Zapiola, que juega menos de 60 minutos por partido y despierta todo tipo de opiniones.

Dentro de un calendario tan apretado, con tantos partidos, a veces parece inapropiado que no haya rotación. Y hace ruido que algunos refuerzos no hayan tenido todavía el lugar que desde afuera parecen merecer.

También tienen responsabilidad los jugadores. En el partido ante Belgrano por la Copa Argentina y en los juegos contra Independiente, Arsenal y Central Córdoba se vieron demasiadas imprecisiones y errores no aptos para un plantel profesional del relieve de Estudiantes.

Malos pases, distracciones, yerros en los metros finales... Hubo de todo en esta ensalada rusa, que tiene al equipo en un momento de incertidumbre y atención. Pero entre los ocho mejores del continente.

No les gusta a los futbolistas que se diga que le prestan más atención a la Copa Libertadores que a las demás competencias porque hay más dinero en una que en otra. Puede ser hiriente y malintencionado esa observación. Sí. Pero es tan viejo como el fútbol y los jugadores lo saben, por eso la actitud no la tienen que negociar nunca: una final o un partido del torneo. Así nadie tendrá derecho a esconderse en eso para levantar la voz.

Por último, y volviendo al partido de Belgrano que fue el disparador de esta mini crisis que atraviesa el plantel profesional, es imposible no mencionar el arbitraje de Darío Herrera, quien incidió con sus fallos a que determinados momentos del partido se inclinasen para el lado del equipo cordobés. No sólo en la jugada del penal, desde su posición, sino en el juego brusco y hasta desleal que en el arranque del partido mostró la visita con su aval. No fue el responsable, ni mucho menos, pero jugó su partido (como sucedió ante el Rojo y Newell’s) para que hoy se esté hablando de este mal momento Pincha.

EDLP
Ricardo Zielinski
Estudiantes

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