Las razas más buscadas

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Descendiente de los dogos franceses y del bulldog inglés, el bulldog francés es hoy una de las razas más buscadas por quienes deseen comprar una mascota. “Es un perro de compañía y tiene mucha variedad de colores, lo que está muy bueno porque le da más salud a la raza”, explicó Miguel Angel Nodar, presidente del Kennel Club Argentino, la institución privada que emite los certificados de pedigrí que validan la raza y propiedad de un perro. Nodar no concibe “que haya razas criadas y establecidas por un solo color. Esto significa una exigencia genética que puede traer trastornos, porque todos terminan siendo parientes”.

Se calcula que el 80 por ciento de las familias argentinas tienen una mascota. Y, entre quienes optan por comprar, sus preferencias varían en función de los espacios, los precios y las modas que imponen las celebridades e influencers del momento. Además del bulldog francés, también son requeridos el bulldog inglés, el yorkshire terrier, los salchichas y chihuahuas.

En el Kennel Club reconocen casi todas las razas, excepto aquellas que mutilan a sus ejemplares (colas o rabos) para estandarizarlos. Existen “400 reconocidas, pero no se crían más que 20 o 30”, explica Nodar.

El presidente del distrito 1 del Colegio de Veterinarios de la Provincia, Fernando Pedroza, confirma las distintas tendencias en función de la moda, en una sociedad “mascotera” como la Argentina. “Hace 30 años era muy buscado el ovejero alemán o el doberman y hoy es el bulldog francés, que se ha criado tan malformado que tiene patologías por características genéticas que se transmiten de generación en generación”.

“En los criaderos legales no hay riesgos”, aclara, pero en “las factorías de perros sí”, con ejemplares que arrastran problemas de salud por hacinamiento, falta de higiene, vacunación y control veterinario.

“La sociedad tiene a la adopción”, rescata Pedroza, pero “hay personas que necesitan perros para determinadas actividades, ya sea en el campo o para guías, y requieren de ciertas razas”.

Elba Tiburzi no duda en asegurar que “la más castigada de las razas es el galgo”, no solo porque la prohibición no acabó con la explotación de las carreras, sino porque hay gran cantidad de ejemplares abandonados en la calle.

Todas las fuentes consultadas por EL DIA pusieron también el foco en la responsabilidad de la tenencia de los animales, comprados o adoptados. “No se puede tener un gran danés viviendo en un departamento”, opina Nodar, ni “un bulldog francés si no tenés presupuesto para afrontar las distintas patologías que se le pueden presentar a cada animal”, suma Tiburzi.

 

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