Malena Galmarini usó tres propiedades de lujo para ejemplificar lo que llamó “una redistribución de subsidios”

"No es un aumento de tarifas sino una redistribución de subsidios". Con esa curiosa frase definió Malena Galmarini este martes la suba de precios en las facturas de luz, gas y agua anunciado este mediodía. Una medida que ejemplificó utilizando las facturas de una mansión de San Isidro y dos históricos edificios de la Ciudad de Buenos Aires, las cuales expuso en plena conferencia de prensa.

"Quiero mostrarles cómo es hoy algunos de los edificios emblemáticos de CABA y cuál es su factura", comenzó diciendo la titular de Aysa y sacó tres grandes fotografías que comenzó a mostrar una por una, en una polémica metodología.

"Tenemos el edificio Kavanagh, un edificio emblemático que tiene unidades funcionales 113 y la factura media es de 1.951 pesos", detalló, sobre el primer complejo de edificios que eligió para exponer.

Luego siguió: "Por otro lado tenemos el Chateau de Libertador, también muy conocido, que tiene 157 unidades funcionales y la factura media mensual es de 3.936 pesos", avanzó en su discurso de estilo inmobiliario.

"Por último, una vivienda en San Isidro que ocupa casi una manzana tiene una factura media mensual de 13.610 pesos", dijo. En ese punto no dio detalles sobre la mansión expuesta: ni su ubicación, ni su consideración sobre el monto de la factura.

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