Para el Gobierno, la movilización de la central obrera no fue en su contra

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El Gobierno insistió ayer en que la movilización de la CGT no fue en su contra sino que apuntó “a los especuladores y formadores de precios”.

Ese diagnóstico, que repitió en la previa, fue defendido por la Casa Rosada aún después de que el camionero Pablo Moyano se quejara por la inflación y le pidiera al Presidente, Alberto Fernández: “Poné lo que tenés que poner, sentá a estos tipos (en referencia a los empresarios), poné las multas que tengas que poner que los trabajadores te vamos a bancar. Alberto, sacá ese bono y esa suma fija para los trabajadores que no llegan a fin de mes, mantené la paritaria libre, que la asignación llegue a todos los trabajadores”.

Lejos del Obelisco y el Congreso, por donde transitó la marcha, el Presidente optó por viajar ayer a Chilecito, en La Rioja, para conmemorar la muerte del general San Martín y entregar 78 viviendas en la zona, además de inaugurar un jardín de infantes. No hizo allí ninguna mención a la CGT, ni a la suba de precios y en cambio habló de una Argentina que “se está recuperando, creciendo y avanzando”.

Más allá de la omisión de Fernández, voceros de la Casa Rosada prefirieron elogiar lo que interpretaron como “una gran movilización, que demuestra lo fuerte y dinámica que es la central obrera, y que tiene los mismos objetivos que el Gobierno en su lucha contra la inflación, los especuladores y los formadores de precios”. Además, entendieron que los dichos de Moyano no fueron “contra” el mandatario porque en “la misma frase dice que lo va a bancar”.

 

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