“Ecce Homo”: la que fue la peor restauración de la historia, se convirtió en un boom turístico
Edición Impresa | 25 de Agosto de 2022 | 02:50

La noticia sorprendió en su momento no sólo por lo curiosa sino por lo bizarro de la imagen: lo que era una icónica imagen del rostro de Jesús, con su corona de espinas y la mirada dolida apuntando al cielo, se transformó con apenas unos trazos y algo de agua en una especie de oso panda mal pintado y lisérgico. El “Ecce Homo”, la obra en cuestión, fue intervenida hace diez años de manera grotesca por una mujer que, de buena fe, intentó reparar el desgaste sufrido a lo largo del tiempo. Sin embargo, una década después y luego de que el desastre realizado por esa mujer recorriera el mundo, la obra fallida se convirtió en un imán que no para de convocar turistas y le ha generado a la localidad española de Zaragoza -donde está emplazado el cuadro- ganancias por casi 450 mil dólares en concepto de entradas, derechos de imagen y venta de merchandising.
El arte retuerce sus límites y a veces se presta al equívoco y a las derivaciones ridículas, pero pocos casos tan insólitos como el del óleo pintado el siglo pasado por Elías García Martínez y restaurado groseramente por Cecilia Giménez Zueco, una mujer de 81 años que decidió darle una “refrescadita” a la histórica pintura.
La noticia de la restauración espontánea, como se dijo, recorrió el mundo y se convirtió en un fenómeno que dio lugar a la popularidad de la iglesia donde está emplazada la obra en cuestión -el Santuario de Misericordia de Borja- y generó un montón de derivaciones ruidosas como documentales, canciones, libros, tesis doctorales, un museo, un centro de interpretación y hasta una ópera en clave humorística. Compuesta por el director americano Andrew Flack, “Behold the Man” -tal el nombre de la obra- se ha presentado en Arizona (Estados Unidos) y se estrenará en 2023 en Las Vegas.
Mientras tanto, la protagonista de la intervención, Cecilia Giménez Zueco, lejos de haber sido condenada por su insólita tentativa de restauración sigue recibiendo mensajes de cariño provenientes de todo el mundo. El periódico El Mundo consigna que, a sus 91 años, está delicada de salud y vive con su hijo que sufre parálisis cerebral en una residencia geriátrica.
El episodio que dio la vuelta al planeta se hizo conocido hace exactamente diez años, cuando el boletín del Centro de Estudios Borjanos publicó fotografías que exhibían el antes y el después de la pintura mural de García Martínez, un pintor y docente de renombre que había decorado también el techo del Teatro Principal de Zaragoza y colaborado también con el Gran Teatro del Liceo de Barcelona.
La pieza no era original ya que constituía una representación de Jesús similar a una que había realizado dos siglos antes un artista italiano llamado Guido Reni y no fue plasmada con los mejores recursos, lo que generó un deterioro al cabo de un tiempo: fue en ese contexto que apareció en escena Cecilia Giménez Zueco, quien ayudaba en las tareas de mantenimiento del Santuario y, con algunos conocimientos en pintura, decidió hacerse cargo de la restauración y concretó lo que se conoce como “la peor restauración de la historia”.
La metamorfosis sufrida por la obra, un óleo sobre la pared, de unos 50 centímetros de alto por 40 de ancho, fue registrada por los medios locales y rápidamente trepó a los portales de noticias de todo el mundo. Rápidamente se trasladó al formato de meme -una de las maneras contemporáneas de editorializar sobre la realidad- y recorrió todas las redes sociales.
En diez años, la obra fue visitada por más de 300 mil personas de 110 países distintos
Para ese entonces, la mujer estaba de viaje, pero a su regreso se encontró con el revuelo que se había creado. En su defensa, argumentó que ya lo había hecho “otras veces” y que no le habían dejado “terminar la restauración”. No obstante, reconoció que la tarea se la había ido de lados manos.
Al principio arrecieron las críticas y tanto el municipio como la familia del pintor anunciaron demandas contra la improvisada restauradora. Luego se discutió sobre si había que completar la restauración de la pintura o si era mejor dejarla como había quedado. Triunfó esta segunda línea y, a diez años de esa decisión, las autoridades locales seguramente evaluarán que no fue una elección desacertada: la imprudente restauración -que incluso puede llegar a ser interpretada como un involuntario acto vandálico- ha generado ganancias por casi 450 mil dólares, entre los ingresos por entradas al Santuario para ver la pintura, derechos de imagen y venta de artículos diversos.
Por su parte, Giménez Zueco tiene actualmente el 49% de los derechos de imagen de su obra y recibe beneficios por todo lo que se realice con la imagen del “Ecce Homo”, desde llaveros a remeras con la imagen, aunque parte de ese dinero igual lo dona a una fundación.
La figura deforme del “Ecce Homo” se ha estampado en etiquetas de vino, llaveros, ositos de peluche, gorritas, camisetas, aplicaciones para móviles, almohadillas para el mouse de la computadora o caramelos a cargo de una empresa japonesa. Por su parte, el cantautor Ángel Petisme le dedicó una canción y la “restauradora” protagonizó el video musical de la canción “Ecce Homo”, incluida en el álbum “El ministerio de la felicidad”.
A su vez, se creó en Borja el primer Museo Internacional del “Ecce Homo”, que cuenta con 26 pinturas inéditas sobre esta obra de autores de distintos puntos del mundo, desde México a Italia, y principalmente de España.
Desde 2012, la obra fue visitada por más de 300 mil personas de 110 países distintos. Solo el primer año aumentaron sus visitas en un 900%, pasando de 5 mil visitantes anuales a 45 mil, algo que se estabilizó con el paso de los años a 10 y 11 mil anuales.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE