El amargo sabor del delito: violento ataque piraña en una heladería
Edición Impresa | 30 de Agosto de 2022 | 01:50

Eran las 7 de la tarde y decidió tomarse unos minutos para descansar después de un inusual e intenso movimiento vespertino. Esa pausa también le serviría para reponer fuerzas de cara a la atención nocturna, en donde se precisa un mayor grado de lucidez para administrar los pedidos que la gente hace tanto por teléfono como por las apps de delivery.
En ese contexto, jamás se imaginó la terrible situación que terminaría viviendo a manos de una banda de pirañas, como se conoce en la jerga urbana a los ataques cometidos por grupos de menores.
Con saña y una violencia inusitada, se apoderaron del dinero en efectivo que había en la caja registradora y del teléfono celular de la víctima.
Para un compañero del damnificado, la situación pudo haber terminado en tragedia, ya que uno de los delincuentes portaba un arma de fuego con la que le dio varios culatazos.
Tal fue la violencia con la que actuaron, que la víctima, un joven de 27 años, estaría decido a renunciar a su trabajo por miedo a sufrir otra situación similar en el futuro.
Pero el golpe no sólo se caracterizó por la crueldad con la que procedió el clan compuesto por al menos 10 personas, que según los primeros indicios serían menores de edad. También por la destreza de sus integrantes y por la táctica que emplearon para lograr su cometido.
El ataque, como se indicó, tuvo lugar en una heladería ubicada en la esquina de 13 y 57, el pasado domingo a las siete de la tarde, aunque se sospecha que comenzó a fraguarse una hora antes con varias pasadas a fin de confirmar que el empleado se encontraba solo atendiendo el local.
Así se desprende de las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, que ya están en poder de la Policía.
Estos clips están siendo analizados con el objetivo de determinar si había entre los integrantes una persona mayor de edad, que ocuparía el puesto más alto en la jerarquía de la banda.
Es que según expuso el heladero, todos los implicados “tenían cara de niños y adolescentes”, aunque no descartó que el sujeto le propinó un golpe con un arma de fuego pueda tener entre 18 y 20 años.
La Policía también tiene sus esfuerzos orientados a frenar el accionar de esta banda piraña, ya que serían los autores de otros robos cometidos en comercios de la zona.
Por el testimonio aportado por otras víctimas de robos, se trataría de un grupo de jóvenes que pese a su corta edad, estaría dispuesto a todo.
Así lo dejaron reflejado en el ataque perpetrado contra el empleado de la heladería al que le abrieron la cabeza de un culatazo para apoderarse de varios objetos de valor.
Según pudo averiguar este diario, todo sucedió cuando el joven se encontraba sentado revisando su teléfono. Fue en ese momento que irrumpieron en el local los diez precoces delincuentes.
A diferencia de otros vándalos que suelen hacerse pasar por clientes antes de lanzarse al ataque, a fin de observar algunas variables como la ubicación de cámaras de seguridad y la presencia de más personas, en esta ocasión los hampones fueron directo al grano.
Sin preámbulos y fundados en los datos que habían logrado recopilar en las distintas pasadas que hicieron por las inmediaciones de la heladería, el quería el sujeto con mayor rango en la banda se acercó al empleado y le asestó un golpe con la culata de su arma de fuego y le sacó el teléfono de la mano.
Luego, de forma sincronizada, otros cuatro malvivientes saltaron el mostrador.
Mientras uno intentaba abrir la caja, otros se encargaron de revisar cada rincón del mobiliario. En tanto, en la puerta, los restantes se encargaron de hacer las veces de vigías.
Después de varios intentos, el empleado fue obligado a dirigirse a la caja registradora para abrirla.
Con una profunda herida en el cuero cabelludo, el joven avanzó hasta el mostrador dejando a su paso un rastro de sangre que evidenció la gravedad de la situación.
“Está muy mal. No es para menos con la situación que le tocó vivir. Escuché que es probable que ya no trabaje más”, detalló uno de los empleados de la firma “Gustito”.
Una vez que tuvieron acceso al dinero, se dieron a la fuga.
Con la herida en la cabeza, el joven bajó la persiana y pidió ayuda a los comercios lindantes.
La Policía realizó un rastrillaje por la zona, pero no pudo dar con los responsables del feroz asalto.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE