Alumnos de Villa Elisa pierden media hora de clases para poder tomar el micro
Edición Impresa | 31 de Agosto de 2022 | 02:53

La extensa lista de dificultades que conspiran contra las condiciones normales de desarrollo de la actividad en las escuelas parece sumar en Villa Elisa un renglón con pocos antecedentes a la vista: chicos que se van antes para conseguir viaje hasta su casa.
Según contaron en la comunidad educativa de la institución, el retorno a la presencialidad, a principios de este año, vino con una jornada más corta para un grupo de estudiantes de la Secundaria Nº 88, situada en 3 y 421, un enclave del casco céntrico de la localidad, al norte del distrito.
Eso, en función de que viven en zonas alejadas, entre 20 y 40 cuadras del colegio hacia el oeste, en el Barrio El Rincón, Arturo Seguí y otras zonas aledañas.
Para ir hacia allá disponen de un servicio de la Línea 273, que parte desde un punto que está a metros de la puerta de la escuela.
El problema es el horario: “El micro es un rondín que entra al El Rincón y recoge o deja a la gente por la calle 428 hasta 137 o 138. Es el único que llega más o menos cerca. Lo usan chicos de la Secundaria Nº 88 que está en 3 y 421, en el centro de Villa Elisa”, contó una integrante de esa comunidad educativa y añadió que “como el micro sale antes del horario en el que terminan las clases, los chicos tienen levantarse e irse en el transcurso de la última hora”.
El descalce entre el horario de salida de clases y de partida del colectivo no es un detalle menor, según se analiza en la comunidad. “Un chico me comentó que, después de clases, tiene que pedir la tarea”.
El colectivo levanta los chicos de esa escuela y también haría la misma función con otras instituciones que están en la zona. Aunque no obligaría a levantarse antes de que suene el timbre.
El cuadro fue confirmado por una fuente de la institución, quien indicó que son diez los estudiantes afectados.
“Hay un rondín y los chicos que van desde la escuela a Arturo Seguí salen antes de clases. Tienen autorización de los padres y suben”, apuntó.
En concreto, el timbre de salida suena a las 17.15 para el turno tarde, pero el grupo de estudiantes que llega desde Seguí y El Rincón tiene que apurar la salida, al menos, media hora antes, porque el colectivo arranca a las 16.45.
“Con la pandemia esto se había cortado, pero los últimos años antes fue siempre así”, apuntó la fuente de la institución, quien pidió reservar su identidad en la charla con este diario.
Como se trata de menores que deben estar en la escuela en ese horario, sus familias debieron firmar un permiso de salida fuera de horario. A la vez, la dirección del establecimiento fijó la compañía de una preceptora, quien los acompaña hasta la parada y allí se queda hasta que suben al micro.
“La casualidad indica que el colectivo para justo frente a la escuela”, indicó la fuente del colegio. Pero si no lo abordan tendrán que caminar decenas de calles hasta Camino Belgrano, por ejemplo.
En otro orden, desde la escuela se apuntó que no es esa la única opción educativa que tienen las familias. “En Arturo Seguí está la Secundaria Nº 7, pero eligen esta escuela”, indicó.
“A algunos los complica, a otros no. Cuando un chico empieza a fallar se habla con los padres”, se indicó desde la comunidad.
Ante el cuadro, se busca que el servicio pudiera partir un poco más tarde. Habrá que ver el impacto sobre el recorrido y el movimiento en otros colegios que también tienen usuarios, como la Técnica 2 y la Secundaria Nº 28.
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