Leer novelas, jugar ajedrez y cocinar, otras estrategias

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El declive cognitivo no es un hecho inevitable, dice Richard Restak, neurocientífico de la Facultad de Medicina y Salud del Hospital George Washington, quien en su libro The Complete Guide to Memory: The Science of Strengthening Your Mind (La guía completa de la memoria: La ciencia del fortalecimiento de la mente) expuso claves que permiten potenciar la memoria.

El primer consejo que ofrece es el de prestar más atención, ya que es común que se confundan los problemas de atención con los lapsus de la memoria. Una técnica que recomendó para recordar información como un nombre es, prestar atención, y visualizar la palabra o asociarlo a alguna imagen.

El segundo consejo es desafiar a diario a la memoria, con técnicas como la siguiente: memorizar los artículos que se van a adquirir cuando se sale a hacer una compra, sin hacer listas.

Otra forma de ejercitarse es memorizar una receta de cocina o cocinar.

Otra manera cotidiana es no encender el GPS cuando se sale con el auto, sino intentar memorizar el camino. Un estudio sugirió en 2020 que las personas que usaban el GPS con más frecuencia a lo largo del tiempo mostraron un deterioro cognitivo más pronunciado en la memoria espacial tres años después.

El tercer consejo es jugar. Algunos juegos de mesa como el bridge o el ajedrez son excelentes para la memoria, pero también lo son otros juegos más simples.

El cuarto consejo es leer más novelas. La ficción requiere de un comportamiento activo del lector con el texto desde el principio y hasta el final recordando lo que hacen los personajes en cada momento para no perder el hilo de la historia.

El quinto consejo es tener cuidado con la tecnología. Almacenar todo en dispositivos puede erosionar las habilidades mentales. También recomienda evitar que la tecnología distraiga: hacer varias cosas a la vez impide la concentración en el presente, fundamental para codificar los recuerdos.

El sexto consejo es consultar ante situaciones emocionales, ya que determinados estados de ánimo, e incluso la depresión, pueden afectar la memoria.

El séptimo es determinar si la pérdida de memoria es preocupante, aunque reconoce que no hay una solución simple para esta pregunta. “Lo mejor consultar con un experto médico”, concluyó.

 

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