A pesar del Código de Convivencia, nada ha cambiado en la Zona Roja

La norma que prevé su mudanza no se aplica y vecinos harán la reunión 200, con reclamos a la Policía y al Municipio

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El nuevo código de convivencia municipal, una actualización del tradicional código contravencional local, rige en la Ciudad desde mayo pasado. Sin embargo, y a pesar de que dedica un artículo especialmente a la relocalización de la denominada “zona roja”, en el barrio El Mondongo todo sigue igual y sus vecinos volverán a reclamar a la Comuna el cumplimiento de la ordenanza.

La denominada “Zona Roja”, comprendida, a grandes rasgos, entre 118 y 6 y 62 y 72, se denomina así por estar identificada como el área en el que coexisten la oferta sexual callejera con la venta de drogas y otros delitos aparejados, como las agresiones, asaltos y entraderas, que son moneda corriente al caer la tarde.

La asamblea de vecinos de El Mondongo se constituyó en 2015, poco después del asesinato en ocasión de robo del médico Francisco Guerrero, en la intersección de 66 y 116. Desde entonces, y tras haber juntado más de 15.000 firmas, viene bregando por la recuperación de una zona de la Ciudad coptada por el delito.

“El ejercicio de la prostitución es lo de menos, en este contexto. Lo que verdaderamente preocupa es la venta de drogas, los asaltos de motochorros y las entraderas”, describe el presidente de asamblea vecinal, Daniel Domínguez.

Y anticipa la presentación de una carta al intendente, Julio Garro, para reclamarle la urgente localización de la zona, como lo establece la normativa votada en diciembre del año pasado.

Se refieren al tan promocionado “código de convivencia” platense, una ordenanza que reemplaza al Código Contravencional y establece la relocalización de la zona roja, a partir de su entrada en vigencia, “unos 180 días después de su promulgación”, fecha que se cumplió el 16 de mayo pasado.

Desde entonces se han celebrado un puñado de reuniones para avanzar sobre el traslado entre la Municipalidad y los ministerios de Seguridad, de las Mujeres y de Justicia, además de vecinos y miembros de asociaciones trans y meretrices.

Sin embargo, los resultados de esos encuentros, al momento, son nulos. En mayo último, el entonces subsecretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Fernández, había afirmado que para hacer una intervención eficaz había que “atacar la problemática de forma integral, censando a las personas que trabajan en el lugar”. Y recientemente, los vecinos representantes de la Asamblea afirmaron a este diario que el ahora exfuncionario los “echó” de esos encuentros.

EL DIA consultó al Ejecutivo municipal sobre las medidas para la relocalización de la zona roja. Pero no hubo respuesta y este diario no pudo conocer si existen o no acciones por parte de la Comuna para abordar la cuestión.

A principios de este año, el intendente, Julio Garro, había hablado de la idea de mudar esa zona al Bosque o la avenida 122. Sin embargo, la semana pasada la concejal del Frente de Todos Cintia Mansilla, presidenta de la comisión de Género del Concejo Deliberante, dijo a este diario que en la mesa de diálogo entablada con los ministerios provinciales por este tema y que ella integra “la Comuna nunca hizo una propuesta concreta”.

En tanto, Domínguez evaluó que las dificultades para el diálogo que tienen el Municipio y el ministerio de Seguridad complican un avance en este sentido. “El Ministerio es el que debe proveer de los efectivos policiales para realizar la mudanza”, dijo. No obstante, remarcó que la decisión del traslado “es y debe ser del Municipio, que tiene autonomía y una ordenanza que lo obliga”.

200 REUNIONES, EL MISMO RECLAMO

El próximo jueves la Asamblea de vecinos de El Mondongo se reunirá por vez 200. Reclamará patrullajes a la Policía provincial y el cumplimiento del código de convivencia al Municipio. También pedirán la reparación de luminarias y la instalación de cámaras de monitoreo.

Domingo Novello, vecino del barrio, afirmó ayer a EL DIA que el delito en la zona “escala cada vez más: estamos contando tres ataques de motochorros por día”, exclamó. Y subrayó que en el barrio hay más de cuatro escuelas que vuelven a los chicos un blanco débil de los asaltantes. “Les roban las mochilas. Los asaltos y arrebatos son al voleo para ir a comprar droga”, contó. Y reprochó que ante esta situación desde el Ministerio y la Municipalidad “no están mostrando ningún interés”.

El titular de la asamblea reprochó: “Hace tres años que nos sentimos abandonados por la seguridad y no muestran en ninguno de los dos niveles gestos para apoyarnos”.

Los vecinos atribuyen al descontrol que vive el barrio el hecho de que en la zona tengan “más de 140 propiedades en venta” al “70 por ciento de su valor de mercado”.

Y lamentan que la esperanza que les había despertado la sanción en el Concejo Deliberante del código de convivencia se esté desvaneciendo. “Sabemos que si se quiere se puede, porque en Mar del Plata se pudo”, al ejemplificar un municipio donde una medida de este tipo se implementó, a pesar de que el intendente sea de otro color político al del gobierno provincial.

Todos los consultados coincidieron ante este diario en una misma frase: “Nuestro problema no es la prostitución, es la venta de drogas”.

Los vecinos de El Mondongo se reunirán por vez 200 y pedirán que se cumpla la ordenanza

Los vecinos de El Mondongo se reunirán por vez 200 y pedirán que se cumpla la ordenanza

 

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