VIDEO. Ruidos y descontrol: motoqueros en la mira vecinal
Edición Impresa | 7 de Septiembre de 2022 | 02:45

Los motoqueros se transformaron en una preocupación para los distintos barrios de la Ciudad. Una caravana de unas 100 motos circuló en la noche del lunes en las inmediaciones del Hospital de Niños Sor María Ludovica. Escapes liberados, aceleraciones y ruidos insoportables alteraron la tranquilidad de la zona. Este caso se suma a los episodios denunciados en Villa Elisa, en el barrio Don Carlos (de Hernández) y también a la zona de Circunvalación en 72, entre otros.
“Eran aproximadamente unas 100 motos. Haciendo ruido, dieron la vuelta por el Hospital de Niños. No se podía estar por las explosiones con los caños de escape. Esto es una locura”, denunciaron trabajadores del hospital de 14 y 66 .
“Pobrecitos los nenes internados. No lo puedo creer”, lamentaron los denunciantes, que dieron a conocer un video en el que se observa el momento en que los conductores llegan con sus motos desde 14 y 64, una de las esquinas del Parque Saavedra.
Por otro lado, se informó que los ruidos de cortes de los caños de escape en la zona se prolongaron por alrededor de media hora y dificultaron además el descanso de los vecinos de las inmediaciones del Parque.
Según pudo saber este diario, la movida de los motoqueros habría estado vinculado a un episodio vinculado al grupo que recibió las quejas de los vecino y de la comunidad hospitalaria.
Por su parte, vecinos de la zona de 14 y 57, preocupados por la enorme cantidad de motos y “ruidos ensordecedores, manifestaron: “Cada día da más gusto vivir en la ciudad de La Plata, con gente realizando cortes de caños de escape y haciéndose los vivos”.
En tanto, desde la zona de Plaza Moreno afirmaron que “ayer -por el lunes- a eso de las 8, por la avenida 13, hubo una caravana interminable de motos, haciendo ruido y tocando bocina. Estuvieron hasta las 12 de la noche. No se puede creer esta locura”.
Los casos planteados por los vecinos del centro de la Ciudad y el Parque Saavedra, se suma a un rosario de quejas de diferentes zonas.
En el barrio Don Carlos, de Hernández, los vecinos se quejaron en más de una oportunidad por situaciones similares. La juntada de motoqueros tiene lugar, fundamentalmente, los fines de semana, y a cualquier hora, no sólo a la noche.
En distintos barrios exigen que haya medidas para terminar con estas prácticas
El sector más complejo es el de 141 en el tramo que va de 501 a 507. La preocupación por la seguridad vial y el hartazgo por los ruidos molestos no se queda en lamentos: “Llamé 30 veces al 911, a Control Urbano. Nunca vino nadie”, dijo un vecino afectado por esa situación.
En el barrio enviaron una nota a la Municipalidad. Allí también pidieron por lomos de burro y luminarias, que ya fueron instalados. La situación tiene al barrio movilizado, con encuentros de vecinos en los que se analizan opciones para obtener una respuesta que frene el descontrol de las carreras.
Según pudo saber este diario, en la Municipalidad entienden que con los operativos comunales no alcanza para frenar el fenómeno de los motoqueros que generan ruidos molestos y peligro. Creen que se necesita una estrategia conjunta con la policía.
La situación que describen los vecinos se multiplica en diferentes barrios de la Ciudad. Llama la atención de los frentistas del barrio El Mondongo por la reunión de decenas de motoqueros en la zona de 72 y 118, donde hacen de la zona un punto de encuentro y ruidos molestos que llegan a intimidar a la zona. Entienden que la Municipalidad debe hacer controles para minimizar las emanaciones sonoras que cortan el silencio de la noche, y no sólo los fines de semana, por lo que la gente no puede descansar.
Desde hace varios años las familias de plaza Malvinas conviven con la pesadilla nocturna por los encuentros en 19 y 51. A pesar de la cercanía a las oficinas de Control Ciudadano -están en 20 y 50- el fenómeno nunca finalizó.
En Villa Elisa, quienes residen en las inmediaciones de la plaza “Luis Castells” que está dividida por el Camino Centenario, a metros de la comisaría de la localidad, también cuentan que padecen la pesadilla de las reuniones de motoqueros. Según describieron, sólo la inestabilidad climática ahuyenta a decenas de motociclistas que, según las quejas vecinales, usa ese predio y las calles como pista de carreras y escenario de exposición del rugido de los motores.
Los cortes son explosiones similares a las de un arma de fuego. Se generan con una falla adrede del motor, por la interrupción momentánea de la chispa eléctrica. Funciona como un mensaje entre motoqueros.
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