Playa Grande: el epicentro de la movida joven

Entre tragos en la arena, shows en vivo y paradores con terrazas al mar, miles de veinteañeros disfrutan de esta zona de La Feliz desde la tarde hasta que sale el sol

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Playa Grande vuelve a ser este verano el epicentro de la movida joven en Mar del Plata, imponiéndose definitivamente a los clásicos Constitución y Alem. Tanto en su sector sur como en las inmediaciones de la escollera Norte, la música comienza a sonar a media tarde en parlantes llevados por grupos de amigos, se extiende de la mano de algún DJ al acercarse la noche y recién termina en los boliches de los paradores al día siguiente con la salida del sol.

Y es que para captar un publico que ronda mayormente entre los 18 y los “treintilargos” años de edad, muchos de los complejos de la zona ofrecen terrazas con vista al mar, shows en vivo y pistas con varios estilos de música para bailar.

“Lo más lindo de esta movida son las terrazas al mar, que la gente aprovecha tanto para hacer el after beach, disfrutando de música y tragos al caer el sol, como para compartir una cena con amigos o sentarse a ver el amanecer después de la sesión dance”, explican en uno de los tradicionales complejos de Playa Grande.

Con propuestas para todos los gustos y edades, la actividad en nuevo epicentro joven de Mar del Plata se extiende todos los días de la semana desde media tarde hasta la salida del sol a un ritmo agotador.

Ya a partir de las 16, cuando muchos noctámbulos vuelven emerger, Playa Grande se convierte en un hormiguero. Miles de jóvenes, en su gran mayoría veinteañeros, se concentran en una franja de playa que no tiene más de trescientos metros de largo entre las bajadas y la orilla del mar.

La impresión que produce la movida en Playa Grande, donde abunda el alcohol en sus diferentes variantes -cervezas en latas, caipirinhas, termos con gin tonic y botellones con fernet- es la de un boliche a cielo abierto.

Ya a la hora en que el calor de la tarde comienza a dar un poco de tregua, Playa Grande se convierte en una suerte de recital multitudinario por donde resulta difícil moverse por la concentración.

La movida joven terminó de desplazar del lugar a las rondas de mate, los paleteros y los grupos familiares en general, que optaron por mudarse a otras playas y se quejan de sus actuales ocupantes.

“Playa Grande se volvió un descontrol. Está cada año más zarpada. Los pibes arrancan con la cerveza a las tres de la tarde, chupan hasta que baja el sol, después se van al boliche donde siguen con los tragos y no paran de ´escabiar´ hasta el otro día”, cuenta uno de los guardavidas del lugar.

Con el objetivo de evitar los incidentes que se han registrado otros veranos en este sector de Mar del Plata, los grupos de jóvenes son escoltados al amanecer por efectivos de distintas fuerzas de seguridad desde la salida de los boliches hasta la parte superior de la avenida Patricio Peralta Ramos para ordenar la desconcentración y evitar situaciones que arruinen la diversión.

 

 

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