La nueva “marea rosa”, no alcanza

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Verónica Dalto

La nueva oleada de Gobiernos de izquierda en América Latina ha alcanzado a las seis principales economías de la región, pero a pesar de su ideario progresista, en teoría más proclive a la equidad y la promoción de los derechos de la mujer, lo cierto es que sólo una quinta parte de los 33 países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) está dirigida por mujeres.

Se trata de la hondureña Xiomara Castro, las caribeñas Sandra Mason (Barbados), Cecile La Grenade (Granada), Susan Dougan (San Vicente y Granadinas) y Paula-Mae Weekes (Trinidad y Tobago), y la peruana Dina Boluarte, quien ocupa el cargo en lugar de Pedro Castillo, quien fue cesado como presidente el pasado 7 de diciembre. “Las sociedades, los sistemas políticos y los cuerpos deliberantes han estado históricamente diseñados por y para los hombres”, señala a EFE la directora regional adjunta de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, Cecilia Alemany.

Aunque haya en la región gobiernos con un compromiso real por la igualdad de género que trabajan en este cambio de paradigma, los factores estructurales y culturales siguen estando ahí, y eso condiciona aún la forma en que gobernamos y nos imaginamos a quienes nos gobiernan”, explica Alemany.

En los últimos 30 años, solo catorce mujeres han sido jefas de Estado o de Gobierno, según el último informe de la Task Force Interamericano sobre Liderazgo de las Mujeres (TFILM). “Incluso en casos en los que una mujer ha llegado a la presidencia, podemos constatar que las estructuras y la cultura siguen siendo patriarcales y machistas; es decir, la agenda de la igualdad requiere de políticas públicas”, agrega Alemany.

 

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