Pidió galletitas y sacó un arma: violento asalto a una panadería de City Bell

Es la que funciona en la esquina de Cantilo y 15 A. En el local no tienen paz, ya que vuelven a quedar a merced de los delincuentes. Hace cinco días, la dueña del negocio repuso el vidrio roto el 2 de enero durante un escruche

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“Este mes ya me robaron dos veces y el 8 de noviembre también. Es una seguidilla que da bronca y te dejan pocas ganas de seguir”, le contó en la tarde de ayer a este diario, entrelazando impotencia y amargura, Patricia Bianchi, dueña de una céntrica panadería y confitería de City Bell.

Todavía lamentaba el escruche sufrido el 2 del corriente mes en su comercio, ubicado en las calles Cantilo y 15 A, cuando el lunes al mediodía la inseguridad allí se manifestó bajo la modalidad asalto.

En tal sentido, relató a EL DIA que “fue a las 11.50, cuando un muchacho estacionó su moto en la vereda, bajó con el casco en su cabeza y cuando entró acá, primero simuló ser un cliente”.

Precisó al respecto que “al ser atendido por la empleada, le pidió para comprar dos cuartos de unas galletitas”. Pero la farsa no duró más que unos pocos segundos.

Enseguida sacó a relucir un arma de fuego, amenazó a la vendedora y le ordenó que le entregue el dinero de la recaudación, cuyo monto no fue revelado por la damnificada.

POR PARTIDA DOBLE

Una vez que tuvo el botín en su poder, con pasmosa tranquilidad caminó hasta la puerta de entrada y se encontró al salir con una mujer.

También mediante una intimidación verbal y sin movimientos ampulosos, que pudieran despertar sospechas entre ocasionales testigos, le robó sus pertenencias a la víctima.

“El marido de esta señora, que la esperaba en un vehículo, se dio cuenta de que algo raro ocurría y encaró al ladrón, que lo amenazó rápidamente”, comentó Bianchi sobre ese otro hecho delictivo protagonizado por el mismo sujeto.

Instantes después, el ladrón en cuestión se subió a la moto con la que había llegado y se alejó velozmente de la zona.

Según pudo averiguar este diario, todavía nada se sabe sobre su paradero, pese a que la filmación del asalto se viralizó a través de diversos portales informativos y también está en manos de la policía de esa jurisdicción.

 

Preciso momento en que el delincuente exige a la empleada la recaudación / EL DIA

 

“NO SE PUEDE TRABAJAR ASÍ”

La inseguridad se ensañó con este comercio desde fines del año pasado y la situación, lógicamente, tiene a maltraer a la responsable de este local.

“Hace apenas cuatro días que pudimos reponer la puerta de vidrio del frente del negocio, luego que delincuentes la destrozaran en el robo que tuvimos el 2 de enero y tras lo cual habíamos colocado ahí una placa de madera. Y a las tres semanas, otra vez nos vinieron a robar”, expresó indignada.

“La verdad es que no se puede trabajar así. Hay que tener en cuenta que este comercio se encuentra en pleno centro de City Bell e inclusive a dos cuadras y media de la comisaría décima”, expuso después.

Paralelamente, dejó en claro que “en los 12 años que llevó acá con esta panadería y confitería, ya nos robaron entre cuatro y cinco veces”.

También, contrariada, señaló que “parecería que una debiera conformarse con que si bien vinieron a robar, no lastimaron a nadie. Pero no es así, no debemos naturalizar estos robos”.

“Menos todavía cuando pago todos los impuestos y servicios, por lo que tengo derecho a trabajar como corresponde, sin tener que padecer esta clase de episodios”, resaltó Bianchi.

En ese barrio, a su vez, hubo quienes se quejaron porque “no tenemos patrullajes”, y que “los delincuentes lo saben y por eso se mueven como pez en el agua”.

LOS DOS ROBOS PREVIOS

Como queda dicho, el anterior robo en la panadería y confitería “Cantilo” se produjo en la madrugada del pasado 2 de enero.

En aquella ocasión, de acuerdo a lo informado por la damnificada, quienes ingresaron a robar a ese negocio lo hicieron luego de primero romper a piedrazos la puerta de vidrio de la entrada.

“Se llevaron dinero en efectivo y además una balanza digital”, detalló. Las cámaras de seguridad reflejaron que actuaron dos ladrones encapuchados. Se conjeturó que por su contextura física y agilidad, serían menores de edad. En cuanto al escruche del 8 de noviembre, ladrones sustrajeron allí una caja fuerte.

Asalto

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