Marta Minujín cumple 80 años y “se casa con la eternidad”
Edición Impresa | 30 de Enero de 2023 | 01:37

A sus 80 años, que los cumple hoy y lo celebrará mañana con una performance en el Malba en la que se casará “con la eternidad”, la artista Marta Minujín piensa en un gran 2023, con exposiciones en la Pinacoteca de San Pablo, el Museo Judío de Nueva York y varias en Europa, un aniversario de vida que la vuelve a encontrar en la cima de una carrera pionera y vanguardista que comenzó en 1963 con “La destrucción” y que a lo largo del tiempo incluyó hitos como “El pago de la deuda externa con choclos” en 1985, o “La Menesunda”, en los 60.
En una acción similar al “Casamiento con el arte” que organizó en 2013 cuando cumplió 70, el Malba volverá a ser escenario para su performance “Casamiento con la eternidad”, el puntapié de los festejos por sus 80 años. Todo era blanco en la experiencia anterior pero esta vez los invitados deberán ir vestidos de negro, con anteojos de sol, la torta será de caviar negro y el champagne será negro también.
“Marta construye historia a cada paso que da. En sus obras, entran en diálogo la capacidad de proponer una constante redefinición de las categorías del arte, la posibilidad de imaginar un destino a escala mundial y su necesidad de afirmar una libertad de cuerpo y espíritu”, escribió Victoria Noorthoorn, curadora de la retrospectiva que el Malba le dedicó en el 2010 presentando cien de sus trabajos.
“ARTE, ARTE, ARTE”
Nacida en Buenos Aires el 30 de enero de 1943, la artista que popularizó a niveles impensados su clásico latiguillo “arte, arte, arte”, estudió en la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano y en 1961 obtuvo una beca para instalarse en París, donde en 1963 llevó a cabo uno de los primeros hitos de su carrera, “La destrucción”.
“Mi primer happening”, rememora Minujín en sus diarios íntimos reunidos en el libro “Tres inviernos en París” (Penguin), donde relata aquel día en que destruyó todas sus obras, acompañada de otros artistas, mientras un hombre vestido de verdugo, encapuchado, las destruyó a hachazos; ella luego las prendió fuego y soltó cientos de aves y conejos entre la audiencia. “Fue una sucesión de imágenes orgiásticas incontrovertibles”, recuerda la artista en el libro sobre el momento en que vio desaparecer su trabajo de tres años.
En 1964 comenzaría con su serie de colchones intervenidos, pintados de colores estridentes, fluorescentes, de formas variadas (como “Revuélquese y viva” o “Eróticos en technicolor”), una serie que la acompañaría durante el resto de su carrera. “Nacemos, morimos, hacemos el amor, pasamos gran parte de nuestra existencia en un colchón”, decía.
La blonda artista que hizo de su imagen su impronta, y que suele aparecer en público con overoles y gafas de sol espejadas, volvió a asombrar en 2014 cuando inauguró en la ciudad balnearia de Mar del Plata un gigante “Lobo Marino de Alfajores”, escultura de diez metros de altura, ubicada a la entrada del Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires, MAR, recubierta por 80 mil envoltorios de alfajores y ya convertida en un icono de la ciudad.
En 2016, la artista argentina obtuvo el prestigioso Premio Velázquez a las Artes Plásticas en España. Luego, presentó la reconstrucción de su emblemática “La Menesunda” en el New Museum de Nueva York, en 2019, y en la galería británica de arte contemporáneo Tate Liverpool, en 2020. En 2021, una colosal réplica del Big Ben -el famoso monumento inglés- “derribado” y cubierto de 20 mil libros políticos, se vio en Piccadilly Gardens, en el marco del Festival Internacional de Manchester (MIF 21).
Hace pocos meses, Minujín fue distinguida con el Konex de Brillante en el rubro Artes Visuales, entregado a las personalidades más destacadas de las Artes Visuales de la última década (2012-2021), la primera vez que el reconocimiento lo obtuvo una mujer.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE