La movida en Pinamar: sol, playa y compras en la arena

El buen clima acompañó esta semana a la gente que veraneó en la costa argentina. Si bien todos los destinos tienen sus atractivos gracias a la tranquilidad que ofrecen las pequeñas ciudades y los bosques, el tridente Pinamar, Cariló y Valeria del Mar pica en punta cada temporada.

En esa zona, este año se dio la particularidad que muchos propietarios decidieron instalarse a pasar sus vacaciones ahí hasta poder encontrar interesados por sus inmuebles. Es por eso que a pesar de ver que las playas y los puntos turísticos de las localidades están repletos, las inmobiliarias aún cuentan con mucha disponibilidad y -según pudo saber este medio- hablan de escuchar las ofertas de los posibles inquilinos y así llegar a un acuerdo.

Pero ya sean visitantes habitúes del lugar, turistas recién llegados o lugareños pueden disfrutar de los días de playa al mismo tiempo que compran los recuerdos que los acompañarán una vez terminado el verano. Esto se debe a que los carritos de vendedores ambulantes coparon la arena de Pinamar. Bikinis, pareos y bijouterie, picaron en punta entre las cosas más vendidas, pero también hubo lugar para los puestos que ofrecen colocación de trenzas y tatuajes temporales en donde los diseños alusivos a la selección argentina de fútbol son los más elegidos. Todos con una particularidad: incorporaron de las billeteras virtuales y todos los métodos de pago.

Como no podía ser de otra forma las comidas clásicas de la playa también están presentes en Pinamar, allí se pueden comprar los choclos a $400 pesos y los churros a $1400 la docena o $750 la media. Mientras que los helados están a $800 los de crema y $400 los de agua.

Pero no todo debe abonarse, las multinacionales, los bancos y las corporaciones enviaron una gran cantidad de promotores que sorprendieron con regalos empresariales a los presentes. Remeras, tapasol para los autos y barriletes para los más pequeños son algunos de los objetos que entregaron las grandes marcas.

Así, bajo el sol, entre compras y comidas compartidas, los turistas atravesaron la primera semana del año en Pinamar. A pesar de que por momentos las grandes olas dificultaron el acceso al mar, nada se interpuso entre el descanso y el disfrute de una de las zonas predilectas de la provincia de Buenos Aires.