Gaza no tendrá combustible, ni luz ni agua hasta que liberen a los rehenes

JERUSALÉN

El ministro israelí de Energía, Israel Katz, indicó ayer que su país no autorizará la entrada de productos de primera necesidad ni de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza mientras el movimiento islamista palestino Hamás mantenga en su poder a las personas secuestradas el sábado pasado.

“¿Ayuda humanitaria a Gaza? No se podrá encender ningún interruptor eléctrico, ni se podrá abrir ningún grifo ni entrarán camiones de combustible mientras los israelíes secuestrados no hayan vuelto a sus casas”, declaró el ministro en un comunicado.

Según el gobierno israelí, unas 150 personas -israelíes, extranjeros y binacionales- fueron secuestradas por los milicianos de Hamás en su ofensiva sorpresa del sábado.

La única central eléctrica que da suministro al enclave, donde viven 2,4 millones de palestinos (la mitad, niños) está parada, por lo que no hay ni internet ni agua ni tampoco funcionan las redes de telefonía.

Los hospitales de Gaza están saturados mientras que Israel cerró los otros dos pasos de mercancías y personas.

El paso de Rafah está actualmente cerrado tras ser bombardeado tres veces en menos de 24 horas por los israelíes, pero Egipto dijo estar comprometido a dejar pasar ayuda humanitaria.

De hecho, este país recibió ayer un primer cargamento humanitario para la Franja de Gaza procedente de Jordania, según indicaron medios de comunicación cercanos al gobierno egipcio, que tiene la única puerta de entrada al enclave palestino que no está en manos israelíes.