Estudiantes: un presente futbolístico cargado de dudas, reproches y culpables
Edición Impresa | 20 de Octubre de 2023 | 05:52

Estudiantes es tan ciclotímico como el fútbol argentino. Llegó a jugar muy bien en la Copa Sudamericana y desde hace un mes y medio que no da pie con bola en la Copa de la Liga, torneo en el que está anteúltimo. De no haber clasificado a las semifinales de la Copa Argentina el futuro del técnico y varios jugadores, estaría en discusión.
El Pincha no juega bien. Salvo en el primer tiempo contra Huracán, la semana pasada, no ha mostrado nada bueno en el último tiempo. Y esos sorprende y preocupa al mismo tiempo, porque son los mismos jugadores y el mismo entrenador. ¿Qué le está pasando? ¿Por qué un equipo puede jugar de una manera y cinco días después tener otra cara?
“El primer tiempo fue malo, muy malo. No se puede tener tanta irregularidad y ser un equipo tan ciclotímico. Tenemos que replantearnos muchas cosas y hacer autocrítica porque no se puede ser un equipo tan bipolar. De esto se sale con trabajo y mucha humildad”, dijo Mauro Boselli en una entrevista con este medio en Vicente López.
Los jugadores reconocieron su bajón. Por primera vez hubo una fuerte autocrítica. El grupo sabe que son responsables y que en buena medida es su culpa el bajón. Estas palabras repercutieron puertas adentro porque no hay uno al que se le haya apuntado: son todos los que están mal.
El equipo tiene que volver a sus orígenes. Está claro que otro técnico no podrá irse y que ellos mismos, como sucedió el año pasado en el segundo semestre, tendrán que retomar el camino.
A nivel dirigencial las cosas no parecen estar de la mejor manera. Este medio alertó hace un tiempo que la ausencia (y presencia) de Juan Sebastián Verón es un tema que no pasa desapercibido, porque de su futuro dependerá el de esta Comisión Directiva. Sus últimas decisiones no fueron muy consensuadas y repercutieron en el clima interno.
Y por supuesto que tiene responsabilidad y mucha el entrenador. Eduardo Domínguez fue quien estuvo al frente del último mercado de pases. Pidió que no se vaya ningún jugador y eso sucedió. Es más, recomendó las incorporaciones de Alexis Manyoma y Javier Altamirano. El colombiano no parece estar para jugar ahora en el fútbol argentino y el chileno tuvo las mismas lesiones que partidos jugados.
Además no terminan de entenderse sus cambios. Franco Zapiola es titular en una fecha y a la siguiente no tiene ni un minuto en cancha. Los juveniles Axel Atum y Nicolás Palavecino asomaron en Primera y luego desaparecieron. El otro Palavecino, Agustín, es un delantero con mucho gol en Reserva pero no tuvo y no tendrá lugar en el primer equipo.
Y, lo más, importante, tanto Domínguez como los jugadores reconocieron que el equipo tiene que darse un baño de humildad. El manejo del grupo es del DT y si puede hacer un diagnóstico tan claro deberá meter mano y tener el control del vestuario, porque cuando el vestuario se va de las manos ya no hay retorno. Pase lo que pase en la Copa Argentina el Club piensa en Eduardo Domínguez 2024, pero para que eso suceda deberá mostrar firmeza y necesita que los jugadores en cancha le respondan.
“Fue angustiante. Las sensaciones son muy malas. No podemos regalar un tiempo. Hay que entender qué representamos y por quién jugamos. Es muy difícil continuar y tener un objetivo si no sabes qué se representa. El problema no es táctico; va por otro lado”, fueron algunos de los dichos por el entrenador en la zona mixta, donde se mostró realmente golpeado.
El Pincha estaba en zona de Libertadores cuando empezó a caer. Ahora está en el último escalón de los equipos que se clasifican a la Sudamericana. Es verdad que la diferencia de puntos es escasa, pero si no mete un cambio de timón no le alcanzará el colchón del primer torneo para tener agenda internacional el año que viene. Y ahí sí, el balance será otro.
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