El vicio del delito: huyen con 40 atados de cigarros

Desde hace varios meses, tanto vecinos como comerciantes de la zona de la Estación de trenes vienen exigiendo a las autoridades que tomen medidas urgentes orientadas a reducir la cantidad de robos.

Según apuntan, si bien se logró ponerle un freno a los delincuentes que actuaban de día asaltando negocios y utilizando el tren como vía de escape, ahora la preocupación está puesta en los atracos que se cometen durante la madrugada.

Es que a sabiendas de que en esas horas las calles quedan desiertas, y sin presencia de uniformados, muchos delincuentes llevan a cabo sus planes con la convicción de que saldrán indemnes.

“¿Cómo puede ser que roben frente a la estación y a una cuadra de la Comisaría de la Mujer? No lo digo por este robo solamente. Hace poco robaron en un kiosco ubicado en 1 y 44. Se supone que tienen vigilancia. Podemos entender que haya un episodio en calles aledañas ¿Pero justo ahí? Da para pensar”, expuso una comerciante que pidió mantener su identidad a resguardo por temor a represalias.

En ese marco, en la zona opinan que la situación de desprotección se mantiene inalterable lo que lleva a que el listado de víctimas de escruches nocturnos continúe engrosándose.

Justamente, en las últimas horas un comercio gastronómico terminó siendo arrasado por esta ola de robos. Se trata del comercio denominado “Kapri” que se encuentra ubicado en calle 1, entre 43 y 44.

Según la exposición realizada por los propietarios, fue una empleada quien halló el desastre alrededor de las 9 de la mañana cuando abrió el negocio. En ese marco, se estima que el golpe sucedió en horas de la madrugada. Así, con la oscuridad como aliada, los maleantes forzaron la persiana metálica y se introdujeron en el local.

Siempre en base a la versión oficial, los individuos tuvieron el tiempo suficiente para realizar una serie de maniobras para abrir la caja registradora y apoderarse del efectivo, unos $20 mil. No conformes con el dinero y las golosinas que se guardaron, los ladrones se llevaron unos 40 atados de cigarrillos.