VIDEO. La derrota del Lobo tuvo el tremendo sabor de la injusticia
Edición Impresa | 30 de Octubre de 2023 | 03:36

Por FACUNDO ACHÉ
Injusticia. No cabe otra palabra para la derrota de Gimnasia 2 a 1 frente a River. Nada le alcanzó al Lobo: ni jugar su mejor primer tiempo del año ni controlar el partido sin grandes riesgos cuando en el segundo tiempo había mermado algo la intensidad del equipo de Madelón. Una ráfaga de River lo dejó con las manos vacías porque en apenas 5 minutos la visita le dio vuelta el resultado y lo dejó desorientado, obligado a buscar un empate que sería imposible para el Tripero.
Parecía que iba a ser un partido y fue otro. River empezó dominador el juego, con un toqueteo intimidante, pero en la primera que tuvo el Lobo, Pablo De Blasis le metió una pelota profunda a Ramírez, que alargó para Tarragona que la aguantó y descargó para Abaldo que de media vuelta sacó el disparo, Armani dio rebote y apareció Tarragona, el de los goles importantes, para poner el 1 a 0 para Gimnasia.
Desde ahí el Tripero fue un equipo que destiló confianza. Con River todavía confundido, Armani le tapó el segundo a Eric Ramírez, que sacó un buen remate de zurda. En las pelota divididas, aprovechando las contras pero también con un dominio psicológico del juego posicional, Gimnasia fue más en esos primeros minutos.
Así, casi llega Matías Abaldo a buscar un buscapié de izquierda a derecha. Con dominio en el centro del campo de la dupla Saravia-De Blasis, la movilidad de Abaldo y Ramírez complicó a la defensa millonaria y Tarragona fue vital para jugar y hacer jugar a sus compañeros. Enzo Díaz, con una remate que se desvió en un defensor y terminó en el córner, marcó el primer llamado de atención para la defensa tripera.
Desde fuera del área, Eric Ramírez le pegó de primera a la pelota y obligó a Franco Armani a estirarse para sacar el balón al tiro de esquina. Gimnasia manejó el partido, con el uruguayo Saravia como patrón del medio, aunque a los 38 minutos River llegó con un forzado remate de Aliendro por encima del travesaño.
En el inicio del complemento, un zurdazo de Pablo De Blasis desde adentro del área obligó a la revolcada de Armani. El Lobo salió a poner el juego en contra visitante, con presión y el armado de un sólido bloque defensiva ante el manejo del balón rival.
Demichelis buscó la brújula del partido en las variantes, con los ingresos de Pablo Solari, Facundo Colidio y Salomón Rondón por Aliendro, Borja y Nacho Fernández, que salió ovacionado por los hinchas triperos. Aún con una merma en el ritmo del juego, Gimnasia continuó imponiendo las condiciones del partido.
Madelón se vio obligado a mover el banco, con el ingreso de Benjamín Domínguez por el lesionado Guiffrey. Nicolás Colazo bajó a ocupar el lateral izquierdo y Ramírez se volcó más a la banda para ayudar en la contención de Santiago Simón.
Sin embargo, minutos después ingresó Lucas Castro en lugar de Ramírez. Otra vez, nada de lo que se vislumbraba para el juego sucedió, porque tras remates desviados media distancia, en el tiro de esquina posterior a la modificación, River llegó a un injusto empate por intermedio de Paulo Díaz luego de que Durso le había tapado el cabezazo al venezolano Rondón y del rebote, el disparo de Colidio se desvió en su compañero defensor y se coló más lejos de las manos de Durso, contra el caño izquierdo.
Y cuatro minutos después, a los 34, un bombazo de Salomón Rondón desde afuera del área puso un aún más injusto 2 a 1 a favor de River. Un misil al ángulo del venezolano para dar vuelta increíblemente el resultado. La entrada del delantero de recambio de Demichelis fue determinante para la victoria millonaria.
Gimnasia jugó un gran primer tiempo pero el ingreso del venezolano Rondón cambió la tarde
Gimnasia pago muy caro los pocos minutos en los que perdió el control del juego. Lo fue a buscar nuevamente, exponiéndose al golpe por golpe y Armani le tapó un disparo de gol al uruguayo Matías Abaldo.
Como contrapartida, Durso le tapó el tercero a Solari, cuando el Lobo empezó a tener errores en la salida por buscar la igualdad. Mammini tuvo un cabezazo, fácil para Armani, luego de que todo Gimnasia reclamara penal, primero por una mano de González Pírez y luego por un forcejeo en el que se pidió infracción sobre Abaldo. También fue anulado un gol de cabeza de Tarragona por una clara posición adelantada del delantero santafesino.
Podría decirse que la jerarquía de River fue demasiado. Que 5 minutos de un plantel multiestelar pudieron más que 90 de un señor partido de Gimnasia, jugando durante gran parte del mismo a su máxima posibilidad. La realidad es que el resultado injusto lo deja nuevamente a Gimnasia mirando la tabla de abajo, pero con la tranquilidad de no tener problemas si ratifica este camino en los últimos tres encuentros.
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