Mortandad masiva de delfines por el calor y la sequía

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Más de un centenar de delfines rosados de río fueron encontrados muertos en el lago Tefé, a unos 330 kilómetros al oeste de Manaos, capital del estado de Amazonas, en los últimos siete días.

Así lo revelaron fuentes del Instituto Mamirauá, una entidad regional de investigación que es financiada por el Ministerio de Ciencia de Brasil.

Los especialistas consideraron inusual el elevado número de muertes.

La principal hipótesis que se maneja para explicar la mortandad masiva es el impacto de una sequía histórica en el Amazonas, combinada con temperaturas récord en los lagos. Ambos factores puede haber causado las muertes, dicen los especialistas.

El río Amazonas transita la estación seca, y son muchos los ejemplares de la fauna fluvial que están sufriendo temperaturas récord.

La situación llevó a investigadores y ambientalistas a emprender acciones para tratar de salvar algunos delfines.

La idea de trasladarlos

Se busca trasladarlos desde lagunas y estanques en las afueras al cuerpo principal del río, donde el agua es más fría, pero la operación no es fácil debido a la lejanía de la zona.

“Transferir delfines de un río a otro no es del todo seguro, porque es importante verificar si hay presencia de toxinas o virus (antes de liberar a los animales en la naturaleza)”, dijeron desde el Instituto Mamirauá.

La sequía también está afectando a la economía en esa región, ya que se reportaron niveles de agua por debajo del promedio en más de 50 localidades del estado de Amazonas.

Esta situación afecta el transporte y las actividades pesqueras en el río.

Hay preocupación, además, porque todavía se esperan sequías más intensas en las próximas semanas, una situación que podría provocar aún más muertes de delfines.

El delfín del río Amazonas, conocido por su inusual color, es un animal en peligro de extinción que hasta ahora se había destacado como una de las especies más resistentes del río.

En la actualidad, los delfines se ven desorientados y dan vueltas en círculos y no pueden bucear como lo hacen habitualmente, usando sus cuellos flexibles para navegar por aguas brumosas y ramas marinas sumergidas.

La temperatura del lago alcanzó ayer unos 39 grados Celsius, unos 9 grados más de lo habitual, según el instituto, que dijo haber recuperado los primeros cadáveres el 23 de septiembre.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza también considera en peligro a estas criaturas debido a su vulnerabilidad a la contaminación, las presas y los pescadores, que a veces los cazan como cebo.

 

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