Inflación y precios: el pescado cuesta lo mismo o menos que la carne
Edición Impresa | 11 de Noviembre de 2023 | 04:01

La dieta alimentaria argentina se caracterizó siempre por la supremacía de la carne vacuna sobre el pollo, el cerdo y el pescado. Si se miran los precios de estos días, que parecen cambiar una relación histórica, eso podría variar a favor de la variedad que ofrece el agua.
Si bien la extensa costa argentina brinda la posibilidad de acceder a los frutos de mar o de río, la cultura gastronómica que sí ha aumentado el consumo de productos avícolas y porcinos, no ha logrado incorporar de forma masiva a los peces. Las estadísticas lo reflejan: en el país se producen 750.000 toneladas de productos marinos y 40.000 toneladas de origen continental. Sin embargo, los argentinos consumen solamente entre 5 y 7 kilos de pescado al año per capita y esto, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), es un 30 por ciento menos en comparación con el resto de Latinoamérica.
Todo podría cambiar si se comparan los precios de estos productos. Y es que la realidad económica genera que, un producto que solía estar más caro que el resto de las carnes ahora tenga el mismo precio o sea más económico.
Un kilo de filet de merluza fresco sin espinas se puede conseguir desde 2.700 pesos en oferta y hasta 3.800 pesos, al igual que el filet de cazón.
Por su parte, la trilla se consigue desde 950 pesos el kilo y el filet de mero, una de las variedades más económicas se encuentra desde 2 mil pesos el kilo, mientras que el filet de salmón blanco fresco está 3.800 pesos el kilo.
Si se trata de pescados enteros, por ejemplo, el sábalo se encuentra alrededor de los 1.390 pesos el kilo, el pejerrey 2.720 pesos el kilo y la corvina 2.980 pesos.
El calamar en su versión entera tiene un valor de 2.880 pesos el kilo y las anillas a granel se consiguen desde 3.500 pesos el kilo.
En comparación con los cortes vacunos, donde los más económicos como el cuadril o la paleta que rondan los 3.900 y 2.900 pesos el kilo respectivamente, el pescado puede ser una buena opción para llevar otra carne a la mesa y variar la dieta.
Los mismo ocurre con el pollo, que el kilo está 2.180 pesos y las supremas congeladas superan los 3 mil pesos el kilo.
En el caso del cerdo, la bondiola está alrededor de 3.100 pesos el kilo y más de 4 mil pesos el kilo del matambrito.
Los especialistas en la industria pesquera dicen que para incrementar el consumo deberían partir de educar al consumidor respecto a la preparación gastronómica y los beneficios de una nutrición adecuada y saludable.
Para este año proyecta una suba de promedio de consumo anual per cápita de carne, que se estima en 115.2 kilos. Eso es, cuatro kilos más de los promedios de los últimos cinco años. La estimación se basa en datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP). De ese total, 46 por ciento corresponde a carne bovina, 39 por ciento aviar y 15 por ciento porcina.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE