Nuevo episodio violento por el que denuncian a limpiavidrios del Centro

La actividad, prohibida y sin control, se mantiene en las esquinas clave de la Ciudad, y se repiten así intimidaciones y agresiones

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Un nuevo episodio violento tuvo como protagonista, en pleno centro platense, a un “trapito”. En las últimas horas, una mujer denunció que un limpiavidrios, en calle 50 esquina 12, le rompió el parabrisas de su vehículo y agredió físicamente a su marido propinándole una trompada.

“Eran las doce menos cuarto. Iba circulando por la calle 50 y cuando llegué a la esquina de 12 y diagonal 74 se puso el semáforo en rojo. Ahí se me abalanzaron cuatro personas, tres masculinos y una femenina. Llenaron el parabrisas de espuma y yo les empecé a decir que no limpiaran. Prendí el limpiaparabrisas y a esta altura, sólo quedaba un hombre con la mujer, que aparentemente eran pareja. El hombre estaba de mi lado y comenzaron a golpear el parabrisas”.

La vecina violentada aseguró que tras los golpes al auto llamó al 911: “Pido por favor que me manden un móvil porque me estaban golpeando los vidrios, pero al primer llamado no fue nadie. El hombre se sentó arriba del capot y no me dejaba avanzar. Llamé mi marido para decirle que me estaban golpeando los vidrios y que no llegaba a buscarlo”, continuó el relato de la mujer.

Cuando llegó el marido de la vecina, este le indicó que se baje de la camioneta para tomar la conducción del vehículo y arrancar no bien el semáforo tenga luz verde. “Se subió, le dio arranque; el tipo se asustó, se bajó del capot, agarró el limpiaparabrisas y lo retorció. Le dio una piña a mi marido, le tiró los anteojos y salió corriendo”, contó la mujer. Por último, la denunciante dijo que al otro día volvió a llamar al 911, donde quedó asentado el hecho: “Independientemente de la presentación en la comisaría, no se porqué no nos mandaron los móviles. Llamé dos veces”.

Se trató, se sabe, de una historia que se repite. Cada tanto ocurre que hombres apostados en las esquinas con semáforos ofrecen por una propina limpiar el parabrisas del vehículo mientras que la luz roja impone la espera y si no obtienen una respuesta que los habilite a la changa reaccionan de manera agresiva con los conductores y conductoras. Han habido casos en que la respuesta violenta se originó en la cantidad de dinero ofrecida por el o la automovilista.

Un par de meses atrás, este diario publicó lo que sería el “mapa” de limpiavidrios y trapitos que se adueñan de la vía pública, le imponen a los vecinos el pago de una propina y llevan a cabo una actividad que está prohibida.

Por lo que se pudo observar, se los encuentra desde las 7 u 8 de la mañana y hasta alrededor de las dos de la tarde en puntos clave para el tránsito platense. La franja horaria en que están presentes en el espacio público responde al “pico” de la actividad laboral y escolar de la Ciudad, cuando hay un mayor caudal de vehículos.

También se los puede ver los sábados desde la mañana y hasta pasado el mediodía en lugares cercanos a los centros comerciales y a los polos gastronómicos.

Sin controles de una actividad que, como se dijo, no está permitida, cientos de cuidacoches y limpiavidrios se apropian de las calles. Incluso, en zonas en las que también se paga el estacionamiento medido.

Además, periódicamente, se conocen casos de episodios de violencia y denuncias de temor y preocupación por parte de vecinos que han sufrido el accionar de cuidacoches. Más allá del casco urbano, en Los Hornos, también padecen el accionar de los “trapitos”.

Muchas de esas intimidaciones de los limpiavidrios en las zonas de semáforos tienen a las mujeres como víctimas.

 

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