Una de las historias más ricas del teatro nacional

Inicialmente conocido como Politeama Olimpo, propiedad de la familia Podestá, fue adquirido por José Podestá, quien desempeñó un papel fundamental en su dirección

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La muy rica historia del Coliseo Podestá se inicia en 1886, cuando fue construido en su ubicación actual, en 10 entre 46 y 47. El edificio, de estilo renacentista italiano, cuenta con dos plantas en su frente con acceso en planta baja y un foyer en la planta alta. En este teatro, considerado el primero lírico y dramático que tuvo la Ciudad, se respiró desde entonces una cultura artística de primer nivel.

Fue en realidad un conjunto edilicio que integró el domicilio de la familia Podestá, quien además contaba con un bar en la esquina de 47 y otras dependencias, que con el curso de los años serían vendidas. Su construcción fue realizada por la Sociedad Vicente Jordán y Cía a un costo de 150 mil pesos.

Su primer nombre fue Politeama Olimpo y era propiedad de don José Podestá y sus socios y hermanos Jerónimo, Juan y Pablo, con gran trayectoria en el teatro argentino. Pasado un tiempo, José –que se hizo famoso con su personaje Pepino el 88- le compró las acciones a sus hermanos y protagonizó varias obras dramáticas e incluso trabajando como payaso, hasta cubrir las deudas del teatro. A partir de allí el teatro se convirtió en uno de los testimonios más fieles del aún naciente teatro nacional.

 

Fue en realidad un conjunto edilicio que integró el domicilio de la familia Podestá

 

En los comienzos las plateas, palcos, tertulia y la cazuela, así como la gradería alta, estaban ornadas por cortinados que imitaban a los de Smirna y colgaduras doradas de seda.

VELADAS DE GALA

Veladas de gala durante muchos años, a las que asistía puntualmente el fundador Dardo Rocha, agasajos a personalidades, fiestas sociales y bailes se sumaron a los programas del teatro que engalanaron su historia. Hasta 1937, la familia Podestá, especialmente José, estuvo a cargo de la dirección del teatro. Durante ese periodo, la administración de la sala estaba en manos del señor Egesipo Legris, hasta que la empresa AIA (Artola, Isnardi, Apreda) se hizo cargo.

A partir de 1920 había cambiado su nombre por el de “Coliseo Podestá”, que fue desde siempre el segundo gran escenario de la Ciudad junto con el del teatro Argentino, aunque el Coliseo sirvió más para la presentación de obras teatrales y el segundo de las de contenido operístico y de ballet.

En cuanto a la estructura original del edificio, se trata de una construcción típica de la época, que podría resumirse de la siguiente manera: cimientos en ladrillo. Muros en ladrillos comunes, revocados con molduras, cornisas y ornamentaciones de variados estilos, con hierros que las afirmaban; entrepisos de bovedilla, sobretirantes de hierro importados.

Pisos de baldosa o tablas de madera. Vacíos debajo de tablas en los pisos bajos (un metro), que servían de ventilación. Cielorrasos con ornamentos de yeso. Techos de pizarra sobre armadura de hierro, con canaletas, cumbreras y desagües de cinc. Escaleras de cedro o de hormigón. Como se sabe, el piso inclinado de la platea tenía un mecanismo que lo nivelaba y se usaba entonces, retirando las butacas, para los grandes bailes sociales.

En un trabajo publicado en el libro “La Plata Ciudad Milagro” (Municipalidad, 1982), los autores Nancy Trepecchio y Ricardo Pérez Tiribelli detallaron que en el Coliseo Podestá “se dieron operetas y zarzuelas. La perfecta acústica permitió poner en escena óperas que estrenadas en el Teatro Colón pasaban al Marconi y luego al Coliseo”. Este albergó a muy conocidos artistas internacionales que ofrecieron obras y conciertos como Ermete Zacconi, Margarita Xirgu, Marian Anderson y Arturo Rubinstein, entre otros.

En el Coliseo se presentaron hace pocos años los recitales de despedida de dos artistas populares de enorme renombre, como Osvaldo Pugliese con su orquesta y la cantante nacional Nelly Omar, entre muchísimas otras figuras del tango y del rock que se presentaron en su escenario. El Podestá fue y sigue siendo, además, una de las cunas más fidedignas del teatro nacional.

La sala del Coliseo Podestá fue admirada desde sus inicios por la calidad de su acústica

141º Aniversario de la ciudad de La Plata
Coliseo Podestá

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