Banderas argentinas y carteles: el color de la Plaza de Mayo

La militancia libertaria y simpatizantes del presidente Javier Milei coparon la plaza del Congreso para escuchar su primer discurso como jefe de Estado tras asumir ante la Asamblea Legislativa.

Entre banderas argentinas y pancartas a favor del flamante presidente, miles de personas se acercaron desde temprano este domingo para asegurarse un lugar cerca de las escalinatas del Parlamento.

Los colores celeste y blanco no fueron los únicos que se vieron durante la jornada, ya que en medio de la multitud flamearon insignias de Paraguay, Chile, Israel, Costa Rica y Brasil, cuyo presidente, Lula da Silva, no asistió a la jura debido a la amistad de Milei con el ex mandatario brasileño Jair Bolsonaro.

Además, por la mañana arrancó la venta del merchandising de La Libertad Avanza, con remeras del presidente cargando la famosa motosierra, uno de los principales símbolos de su campaña electoral; máscaras con su cara y de la reconocida película V de venganza.

Los precios de las banderas oscilaban entre los 3000 y 4000 pesos y fueron de los artículos más vendidos, ya que el propio libertario, cuando lanzó la convocatoria, llamó a la población a traerlas para su asunción.

Más tarde, ante la llegada del presidente electo para jurar en la Asamblea Legislativa, la multitud gritó emocionada con sus celulares en alto y luego se aprestó a observar el acto a través de las tres pantallas que estaban dispuestas de cara a la Plaza del Congreso.

Mientras tanto, antes de ingresar al Parlamento, el nuevo mandatario saludo al público presente llevándose la mano al corazón y la gente le devolvió el gesto al grito de: "¡Libertad, libertad!", una de las consignas que más sonaron en la previa y durante el discurso presidencial.

La aparición de la figura de la ex mandataria Cristina Kirchner en pantalla no fue bien recibida por los presentes, la silbatina se hizo ensordecedora y se oyeron insultos y expresiones como: "presa, presa", y hasta algunos se animaron a cantar al ritmo de: "El que no salta es un ladrón".

En contraposición, frente a la aparición del libertario en imagen, todo era algarabía: "Ahí va mi presidente. Te queremos, Javier", se escuchó decir a una fanática que llevaba una remera negra con letras amarillas en la que se podía leer la consigna: "No vine a guiar corderos, vine a despertar leones".

Esta frase fue usada por el propio Milei durante la campaña y en su discurso de triunfo en las PASO del 13 de agosto, cuando ocupó el primer lugar de las preferencias de los votantes.

El nuevo presidente habló desde la explanada del Congreso durante 45 minutos y la gente lo escuchó pacientemente ante al calor agobiante. A lo largo de sus palabras hubo aplausos, arengas y el clásico: "Milei, querido, el pueblo está contigo".

"Hola, a todos", dijo el mandatario, con voz ronca, en los primeros compases de su discurso y la multitud explotó al grito de "¡Presidente, Presidente!" y "¡La casta tiene miedo!".

El clima de festejo no se acalló a pesar del complejo diagnóstico realizado por Milei acerca del estado del país y las duras medidas que llevará a cabo a partir de mañana.

"Más duro de lo que estamos viviendo, no creo. Si es para mejor, que sea bienvenido el cambio", manifestó esperanzada, Lucrecia, de 34 años, quien se acercó junto a un amigo proveniente de Uruguay a expresarle su apoyo al nuevo mandatario.

La alegría popular por el nuevo gobierno no terminó cuando el presidente dijo sus últimas palabras de cara a una plaza, que no estaba del todo colmada, ya que en el transcurso de la desconcentración seguían flameando las banderas y sonando la tradicional arenga libertaria: "¡Viva la libertad, carajo!".

Javier Milei

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