Las tensiones en el Senado por la designación de las autoridades

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Por CARLOS BAROLO

La vicepresidenta Victoria Villarruel convocó a sesión para hoy a las 15, con la intención de elegir las autoridades vacantes del Senado entre las que se destacan la presidencia provisional -clave, porque es el segundo escalón en la línea sucesoria presidencial- y las estratégicas secretarías Administrativa y Parlamentaria.

Ayer se realizó una reunión de Labor Parlamentaria en la que Villarruel logró el apoyo de la Unión Cívica Radical, del Pro, del peronismo no kirchnerista y de las bancadas provinciales para ratificar a un legislador de La Libertad Avanza -hoy el oficialismo a nivel nacional- como presidente provisional de la Cámara alta. Hasta ahora sonaba para el cargo el formoseño Francisco Paoltroni. Pero puede llegar a haber sorpresas, advierten en los pasillos legislativos: el puntano Bartolomé Abdala habría subido varios casilleros en la ponderación del oficialismo.

La principal traba era el kirchnerismo, que considera que el Senado no puede reunirse por encontrarse en receso ya que todavía no fueron convocadas las sesiones extraordinarias. Ese choque de posturas se tradujo en la reunión de comisión de ayer, que estuvo “gálgida”h según contaron después algunos de los presentes. Se espera que hoy haya una sesión “a cara de perro en el recinto.

Así, de no mediar cambios bruscos a los conversado previamente, las vicepresidencias del Senado, por debajo de Paoltroni, quedarían conformadas por la kirchnerista Juliana Di Tullio, la radical santafesina Carolina Losada y la peronista cordobesa Alejandra Vigo, esposa del gobernador de esa provincia, Juan Schiaretti.

En la reunión encabezada ayer por Villarruel, estuvieron: el jefe del bloque de LLA, el jujeño Ezequiel Atauche; el titular de bancada radical, Eduardo Vischi; el del Pro, Luis Juez; el peronista K José Mayans; el jefe de Cambio Federal, Juan Carlos Romero, y el de Unidad Federal, Carlos “Camau” Espínola.

Al término del encuentro, el senador Vischi anticipó que “no hubo acuerdo y por lo tanto se votará”. Agregó, en declaraciones al sitio especializado El Parlamentario: “juntamos 39 voluntades (son 72 senadores en total) y vamos a delegar en la Presidencia del cuerpo para que constituya las comisiones de acuerdo con una integración determinada. Vamos a apoyar lo que proponga la Vicepresidenta (en alusión a Villaruel)”. Traducido: todo el espectro no kirchnerista tendría los votos para delinear, hoy mismo, la conducción del estratégico Senado.

¿DEBUT NO DESEADO?

La Libertad Avanza sólo cuenta con siete senadores propios. Por lo tanto necesita de un conglomerado de bloques políticos para reunir el quórum, habilitar la sesión e imponer su criterio. Necesitará un mínimo de 37 senadores sentados y votando. El radical Vischi aventuró 39, lo que le da tranquilidad al oficialismo. ¿Se cumplirá el vaticinio? Lo dicho: será una sesión áspera, un debut acaso no deseado de la era Milei. Es que el nuevo presidente necesitará que el Senado aprueba las varias leyes de ajuste y reformas del Estado que quiere mandar al Congreso.

Los secretarios administrativo -la caja- y parlamentario suelen se elegidos por la presidencia del cuerpo, esto es Villaruel. Para el primer casillero, el nombre sería el de María Laura Izzo, funcionaria de carrera en el Ministerio de Seguridad, cercana a la Vice. Para el segundo casillero suena Agustín Giustinian, hasta hace poco secretario parlamentario del bloque del Pro y persona de confianza del expresidente de la bancada amarilla, Humberto Schiavoni.

El bloque del Frente de Todos viene amenazando desde hace varios días con exigir la presidencia provisional del Senado porque son, con 33 senadores, la primera minoría. Eso, a pesar de que Cristina Kirchner, líder del espacio, ha dicho que le correspondería a LLA por ser gobierno. En rigor, la ofensiva por la previsional podría ser una jugada de presión para obtener otros lugares, como la Secretaría Administrativa para manejar los fondos y, sobre todo, el control de comisiones estratégicas. Todo parece indicar que el espectro no K frenará esta jugada.

Lo interesante es que todo esto sucede en el medio de un supuesto distanciamiento entre Villarruel, la titular del cuerpo, y el presidente Javier Milei. Mil versiones surcan el mundo libertario. Se habla de una pelea entre ambos tras el balotaje, convenientemente maquillada el día de la asunción. Pero no hay detalles. Sí está claro que la Vice perdió la centralidad que en la previa se suponía tendría en el Gobierno: no quedaron bajo su mando los ministerios de Defensa y de Seguridad (el propio Milei así lo había anunciado hace tiempo) que terminaron manejados por la fórmula perdedora de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich-Luis Petri.

Algunos mileistas ven detalles que abonarían la pelea. Por ejemplo, que tras la jura del domingo Villaruel no estuvo en la explanada del Congreso, desde donde el flamante presidente dio su discurso a la multitud allí reunida. Hay quien asegura que la tensión es, sobre todo, con Karina Milei, flamante secretaria General de la Presidencia y la persona más influyente sobre el nuevo jefe de Estado. Rumores.

 

Senado de la Nación
Victoria Villarruel

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