Primer gran desafío en la calle para el Presidente
Edición Impresa | 19 de Diciembre de 2023 | 02:41

Mariano Pérez de Eulate
mpeulate@eldia.com
El miércoles 20 será la primera prueba del presidente Javier Milei en aquello que asomará como una constante -y él lo sabe- de su plan de ajuste fiscal: la calle como escenario de protesta, de oposición al recorte del gasto en general y particularmente del social, que será una de los varios nichos estatales por donde pasará la motosierra. Siempre bajo la consigna “sagrada” de “No hay plata”.
En este aspecto puntual, el de la ayuda a los más necesitados, el Gobierno asegura que el dinero que hay en la caja debe gastarse de manera más eficiente. Y sube la apuesta: al que corta la calle, se le saca el plan de asistencia.
Se explica en la Casa Rosada que esto último es una decisión para enfrentar lo que el recién asumido oficialismo evalúa como un mecanismo extorsivo, ya no de disenso: el piquete.
Sandra Pettovello debutó públicamente ayer como ministra de Capital Humano -flamante cartera que absorbió a los ex ministerios de Trabajo, Desarrollo Social, Educación y Cultura- con un discurso en línea con la dureza trazada por el Presidente. No es arriesgado decir que, hasta ayer, la gran mayoría no le conocía la cara a la dama. Arrancó potente.
Auditar todas las organizaciones que entreguen planes sociales, desplazamiento de los intermediarios de los movimientos sociales y, bajo la premisa salomónica de que el derecho a manifestarse tiene que convivir con el derecho a circular, prometió/amenazó con lo siguiente: “Los únicos que no cobrarán el plan son los que vayan a la marcha y corten la calle”.
Reconocimiento
Se deberá reconocer osadía en el novel mileísmo, que en muchos aspectos actúa sin inhibidores clásicos de la política tradicional. En la Rosada explican que el Presidente está convencido de que tiene mandato electoral para mostrarse intransigente con el piqueterismo.
El respaldo, digamos, de una mayoría de clase media trabajadora urbana, de la CABA pero también del Conurbano que trabaja todos los días en la Capital Federal, que está harta de no poder transitar, de llegar tarde, del caos en la calle que provocan los piquetes. Eso, más allá de la génesis de la protesta piquetera, seguramente justa.
Un informe publicado por el diario Clarín sobre las promesas de campaña y las primeras medidas anunciadas por Milei como jefe de Estado. La que tiene mayor aval, incluso con cierta transversalidad de ricos a pobres, es la “prohibición de piquetes que corten calles”.
El 65% de los encuestados por un sondeo de la Universidad de Buenos Aires (UBA) se mostró “de acuerdo” con la medida de no permitir cortes; el 35% que se manifestó “en desacuerdo”. Fueron 4.244 entrevistas online, realizadas entre el 11 y el 12 de diciembre en todo el país.
Pero aquel desafío de mañana, fecha sensible en la que se recuerda la caída del gobierno de Fernando De la Rúa con más de 30 muertos en las calles, no será tanto para Pettovello. Asoma como una interpelación directa a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Será ella la encargada de “encauzar” la protesta o, llegado el caso si la cuestión cobra temperatura, la que deba ordenar la represión. Porque en ese ítem anida un mensaje subliminal de la gestión Milei destinado a los líderes piqueteros: este gobierno está dispuesto a responder provocaciones y agresiones con el accionar directo de las fuerzas de Seguridad.
Represión
Milei le prometió a Bullrich, aseguran cerca de la ministra, que no tiene miedo a las posibles imágenes de la Policía Federal reprimiendo a los manifestantes, tal vez confiado en aquellos datos de respaldo social a su promesa de mano dura durante la campaña. Es muy delgada la línea porque hay imágenes posibles, esas que remitirían a 2001, que nadie quiere ver.
Es en este trazado de eventuales escenarios complicados con el que debería leerse el pedido de Pettovello de que las madres no concurran con sus hijos a las marchas.
Lo dicho: el ministerio de Seguridad trabaja en confeccionar los escenarios posibles, en base al grado de beligerancia que han mostrado los líderes sociales hasta ahora y a los datos objetivos de una economía inflacionaria por el rebote del ajuste y las desregulaciones, que ya empezó a hacer estragos.
Esos estragos que el propio Milei anunció que vendrían como un mal necesario para el prometido despegue a futuro, basado más en las reglas del mercado que en la intervención estatal. La idea de “encontrar el norte” soportando un sufrimiento inicial, que parece casi la única guía conceptual de la recién asumida gestión nacional.
Pettovello debutó con un discurso en línea con la dureza trazada por el Presidente
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