La ralentización de la economía china
Edición Impresa | 22 de Diciembre de 2023 | 03:54

Lorena Cantó
EFE
Autoaislada del mundo durante tres años de pandemia, China reabrió este año sus fronteras dispuesta a recuperar peso en la geopolítica global sin correr riesgos y gestionar la rivalidad con EEUU mientras bandea una recuperación económica más lenta de lo esperado.
China comenzó 2023 anotándose un tanto diplomático inédito como mediador de la reconciliación diplomática entre dos acérrimos archienemigos en Oriente Medio, Irán y Arabia Saudí.
El gigante asiático trataba así de afianzar su influencia en la región aprovechando la pérdida de peso de EEUU, algo no del todo logrado a juzgar por el papel más bien secundario que está jugando en la resolución de la crisis israelí-palestina.
Tampoco en el otro gran conflicto actual, la guerra de Ucrania, se ha querido pillar los dedos una China que se dice neutral y pide el alto el fuego, pero que en la práctica ha cerrado filas con Rusia, con el que rubricó una “amistad sin límites” en 2022, poco antes de la invasión rusa sobre el país vecino.
Los innumerables llamados de la comunidad internacional y en especial de la UE para que Pekín influya sobre Moscú para frenar las hostilidades han caído en saco roto: “con quien deben hablar es con Rusia”, remataba la pasada semana un responsable del Ministerio chino de Exteriores.
La reapertura trajo consigo un desfile de visitas de Estado de líderes de los cinco continentes entre las que destacó el paso por Pekín de la mayoría de los presidentes latinoamericanos, desde el bolivariano Nicolás Maduro al conservador uruguayo Luis Lacalle, en una muestra de que en la relación con el gigante asiático el signo político es lo de menos.
En todas estas visitas el presidente chino, Xi Jinping, recibió a sus homólogos con tono conciliador, defendió la configuración de un nuevo orden multipolar y en la mayoría de los casos también consolidó la influencia de su país con la firma de un sinfín de acuerdos bilaterales y la elevación de la categoría de los lazos diplomáticos con diferentes países.
Lo hizo en el mismo año en que la Asamblea Nacional Popular (Legislativo) lo confirmó para un tercer mandato inédito entre sus antecesores, cimentando un nivel de poder que algunos equiparan al de Mao Zedong.
Incertidumbre
El año que acaba fue también un periodo de incertidumbre para la segunda economía del mundo, que después de tres años de cerrojazo tardó en arrancar más de lo previsto por las autoridades, lastrada por la crisis inmobiliaria, la deuda de los gobiernos locales, la caída de la demanda y las tensiones geopolíticas.
China, con una meta de crecimiento oficial de “en torno a un 5 por ciento” para 2023, ha tomado en estos meses medidas decididas para estimular la recuperación, aunque este diciembre el Banco Mundial (BM) ajustó su pronóstico para el gigante asiático del 5,6 al 5,2 por ciento.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE