Acusada de un grave delito, no le pedirán preventiva

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Días atrás, una grave acusación recaía sobre una vecina de Berisso, identificada como Solange Esperanza Monzón, a quien la Policía se llevó detenida por una supuesta tentativa de homicidio en perjuicio de su expareja, con quien compartía el mismo techo, pese a que la relación estaba definitivamente rota.

El caso generó una gran conmoción en la vecina ciudad y la inmediata reacción de un grupo de amigas y familiares de Monzón, que incluso marcharon a los tribunales penales para pedir su liberación, bajo el argumento de que era víctima de violencia de género, que había formulado reiteradas denuncias y que, el día del incidente, solo se defendió de un nuevo ataque.

En efecto, algunos de esos argumentos acaban de ser tomados por los responsables de la pesquisa, que optaron por no requerirle la prisión preventiva y ordenar su inmediata liberación.

“He de concluir que los hechos investigados no resultarían en principio subsumibles en la figura de tentativa de homicidio calificado agravado en grado de tentativa prevista en el art. 80 inc. 1 del Código Penal (que en definitiva y por su gravedad han sido el fundamento del requerimiento de la orden de detención de Solange Monzón) y que resulta necesario profundizar la investigación a fin de subsumir adecuadamente las conductas desplegadas, que probablemente resultarían ser de menor gravedad en cuanto su escala penal. Consecuentemente, previendo que la pena en expectativa ya no configura el peligro procesal de fuga y sumado ello a la falta de antecedentes penales de la sindicada Monzón, hacen suponer que la misma no intentará eludir el accionar de la justicia y que en el caso de recaer condena la misma sería aplicable en su modalidad de ejecución condicional, lo cual torna evidentemente desproporcionada la cautela impuesta”, sostuvo la fiscal Ana Medina.

Al analizar la situación planteada, la titular de la UFI Nº 1 de La Plata le dio entidad a un testimonio vertido en las actuaciones, el cual reflejó que “luego de un forcejeo, ella -por Monzón- solo le pegó con una pava luego de que él le pegara a ella y con fines de defenderse. En ningún momento le propinó golpes con la varilla como dicen. Solo la usó para romper los vidrios de su casa en el afán por pedir ayuda”.

“Solange no atentó contra la vida de nadie e, incluso, no la creo capaz de algo así”, añadió.

Por tal motivo, cumplidos los requisitos administrativos de rigor, la Policía debía proceder a la liberación de la encartada, quien, como su ex aún está radicado en su propia casa con los hijos, y mientras requiere la exclusión del hogar, iba a fijar domicilio en el de una allegada.

 

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