Números en rojo para una economía que convive con la estanflación

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El cambio de mando y las medidas económicas anunciadas por el gobierno de Javier Milei no resultaron suficientes para mejorar un balance que, a horas del nuevo año, resulta a todas luces negativo. En línea con el deterioro de las últimas décadas, la economía argentina cierra el 2023 con sus principales indicadores en rojo.

El Presidente recibió de la gestión de Alberto Fernández y Sergio Massa una “pesada herencia” que incluye un combo de déficit fiscal, alta inflación, bajas (o nulas) reservas, actividad económica estancada y un peso ultra devaluado.

La pobreza tocó el 40,1% en el primer semestre de 2023, mientras que la indigencia creció al 9,3%.

En el período de enero a noviembre de 2023, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó del 148,2%, con una variación interanual del 160,9%. Se espera que este número crezca en diciembre, con un incremento mensual proyectado entre el 25% y el 30%.

Esta disparada, récord en más de 30 años, va de la mano con devaluación del peso (54%).

Por otro lado, la tasa de política monetaria del Banco Central, que pasó de Leliq a los pases pasivos, comenzó el año en 75%, cerrando en 100%, con un pico intermedio del 133%. La tasa mínima para plazos fijos ahora es del 110%, un rendimiento que se espera quede por debajo de la inflación en los próximos meses.

En el apartado de las reservas internacionales netas del Banco Central, estaban por encima de los U$S6.200 millones en el inicio del año, pero se redujeron drásticamente debido a la sequía, la brecha cambiaria y las restricciones.

En retroceso
El 2023 marcó el fin de dos años consecutivos de crecimiento y metió a la Argentina en una etapa de estancamiento económico. Según datos oficiales difundidos en octubre, la actividad mostró una ligera contracción del 0,1% respecto al mes anterior. Se estima una caída del 2% para el año

 

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